Pablo R. Procopio / La Capital
No va más. Manejar una ruleta o barajar las cartas en una mesa de black jack ya no pertenecen a una zona lejana ni a un futuro remoto. En Rosario se dictan cursos para aprender a realizar estos y otros menesteres íntimamente relacionados con la actividad de un casino. Con vistas a la instalación de tres salas en la provincia tras la aprobación de la polémica ley de juegos, una empresa decidió venir a enseñar los secretos de ser croupier. Los interesados ven a la propuesta como una posibilidad de conseguir trabajo a corto plazo. Por estas horas, el pabellón 5 del Centro de Convenciones Patio de la Madera se ve como nunca: convertido en un salón de apuestas con sus correspondientes mesas de paño verde. En horas de la mañana ya había unos 50 alumnos probando con los mazos y sintiendo el sabor de arrojar la bolilla que indefectiblemente caerá en uno de los 37 números de la ruleta. El curso tiene una duración de cuatro meses, con seis horas durante dos días a la semana (lunes y jueves). Mientras, ya se preparan nuevas clases que comenzarán en diciembre. Es que a medida que se van llenando los cupos limitados, se habilitan más vacantes. "La respuesta fue excelente; estamos muy conformes", sostuvo el project manager del Instituto Internacional de Operadores de Casinos (instalado hace dos años en Buenos Aires), Jorge Gallinger, en torno a la cantidad de asistentes. En rigor, el curso tiene una matrícula valuada en 50 pesos, y después deben abonarse 100 por mes. Además, hay tres divisiones paralelas. La gente concurre motivada con la posibilidad de obtener una salida laboral. Sabiendo que en la provincia se van a instalar tres casinos (Rosario, Santa Fe y Melincué), y atento a las expectativas de los concurrentes, Gallinger consideró interesante la cláusula de la ley de juegos que obliga a tomar el 80 por ciento del personal oriundo de Santa Fe o con un año de residencia como mínimo. "Esto genera muy buenas posibilidades de conseguir trabajo, fundamentalmente para la gente joven", dijo. Los asistentes nunca tuvieron contacto con este metier. Es más, en general cada casino impone como modalidad capacitar previamente a su personal. Por lo tanto, quienes se presenten para trabajar en la futura casa de juegos rosarina llevarán consigo un plus. El curso es básicamente práctico y consta de instructores que explican modalidades y reglas "para lograr ser un buen profesional en la materia", indicó Gallinger. Adquirir las habilidades necesarias para ser un croupier que se precie de tal requiere práctica como cualquier otra profesión. Con el tiempo se va adquiriendo destreza con las manos y un necesario equilibrio con la velocidad mental (para hacer sumas y multiplicaciones). Obviamente que como requisito indispensable es menester no tener defectos físicos en las manos. De lo contrario, no se puede hacer el curso. En el Patio de la Madera se colocaron varias mesas de ruleta y black jack, los dos juegos que se enseñan durante las clases que se dictan en Rosario. "En principio nos basamos en destacar los elementos indispensables que se necesitan para trabajar detrás de una mesa", dijo el responsable de la empresa al referirse al manejo de cartas, fichas y modos de pago, entre otras cosas. La mayoría de los alumnos tiene un promedio de 25 años y como único requisito se necesita tener el secundario completo.
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