Año 49.651
 Nº CXXXV
Rosario,
domingo  03 de
noviembre de 2002
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Chechenia paga cara la toma de rehenes rusos
Una semana después del asalto, Putin endureció su política

Beatriz Lecumberri

París. - Una semana después del fin de la toma de rehenes en Moscú, son muchas las críticas y las dudas con respecto al método elegido por el gobierno ruso que provocó la muerte de 119 rehenes, pero queda claro que los independentistas chechenos pagarán cara su osadía. Tras tres días de negociaciones frustradas entre autoridades y los agresores -unos 50 hombres y mujeres que minaron el teatro y llevaban amarrados explosivos- el gobierno ruso decidió tomar por asalto el lugar utilizando un misterioso gas que provocó la muerte de más de un centenar de inocentes.
Las imágenes de las víctimas -arrastradas inconscientes al exterior del teatro y amontonadas en autobuses donde muchas perecieron- despertó las críticas internacionales a pesar de la petición pública de perdón del presidente ruso Vladimir Putin o las informaciones tardías sobre la operación suministradas por el Kremlin.
Ignorancia, falta de preparación o simple brutalidad: el mundo se pregunta todavía qué ocurrió realmente en el interior de aquel teatro de Moscú y si unos servicios médicos rápidos y adecuados no habrían podido salvar de la muerte a algunas personas. El jueves y ante la presión internacional, el ministro ruso de Salud Yuri Chevtchenko explicó que el gas era un producto usado para anestesias médicas, llamado Fentanil, y no un arma química o un producto prohibido internacionalmente.

Misterioso gas
Pero para diversos expertos, muchos indicios hacen pensar que tras este argumento se esconde el uso de una sustancia más peligrosa. Suministrado el nombre del Fentanil y enterradas las víctimas, para las autoridades rusas, sin embargo, parece zanjada la cuestión de la toma de rehenes y se abre otra más amplia: la represión del "terrorismo checheno".
En primer lugar, el Kremlin pidió la extradición del emisario del presidente independentista checheno Aslan Masjadov, Ajmed Zakayev, que se encuentra detenido en Dinamarca donde participó en un congreso que buscaba abrir una negociación. Según Moscú, este político -un hombre moderado y amigo del diálogo a ojos de la comunidad internacional- está implicado en la toma de rehenes y en otros actos "terroristas".
En una carta enviada al embajador de Dinamarca en Estados Unidos, diversas personalidades políticas norteamericanas subrayaron que "la extradición a Rusia de Zakayev socavaría los esfuerzos de paz en Chechenia y abriría las puertas a la extradición de todos los chechenos a los que Moscú considera terroristas, lo cual tendría graves consecuencias para los derechos humanos".
Ajeno a estas críticas, el Kremlin, que confirmó de paso la anulación de una visita oficial de Putin a Copenhague, rechazó de plano la propuesta de Masjadov, que pidió el martes que se reanuden las negociaciones entre ambas partes, y consideró que "no hay interlocutor posible" para un diálogo verdadero.

Negociador en duda
"Denme el nombre de un dirigente con el cual se pueda negociar porque yo no lo conozco", dijo el consejero del Kremlin, Serguei Iastrjembski, \El viernes, el líder de los independentistas chechenos radicales Chamil Basayev reivindicó la toma de rehenes en el teatro de Moscú y libró de toda culpa al presidente independentista Aslan Masjadov, al mismo tiempo que advirtió que la guerra se extenderá en adelante a todo el territorio ruso.
A pesar de que el presidente ruso siempre se dijo favorable a una "solución política" para Chechenia como pide Europa, se ha negado hasta ahora a negociar con los independentistas. Desde el inicio de la segunda guerra en Chechenia, en 1999, la Unión Europea sólo tomó una medida contra Rusia: privarle de su derecho a voto en la Asamblea parlamentaria del Consejo de Europa debido a los abusos cometidos contra civiles chechenos, castigo que fue levantado en enero del 2001.
Pero a pesar de las críticas externas, el presidente Putin sigue gozando del aprecio entre sus ciudadanos tras el asalto del teatro ruso: un 85% de los rusos se dice satisfechos con esta operación llevada a cabo en "circunstancias excepcionales" y un 46% de los rusos están completamente a favor de que siga la guerra en Chechenia. (AFP)



(Ilustración: Ippóliti)
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