Rodolfo Montes / La Capital
Elisa Carrió (que el jueves estará en Rosario) recorre sin pausa un sábado caluroso en plena Capital Federal. Aguantó estoica dos horas y media de testimonios de militantes sociales en el patio de la Escuela Nº 23, de Anchorena esquina Córdoba. Quiso escuchar primero para luego hablar. En el breve viaje desde la escuela hasta su casa de la avenida Santa Fe se muestra acalorada, pero llena de emoción por los relatos que escuchó. Y le confiesa a La Capital: "Me hicieron llorar, me impresiona la claridad de la gente del pueblo para plantear los problemas". Después cambia de clima y de tema: se ríe de las encuestas que la dan en declive desde hace meses. "Ahora ya están diciendo que crece mi imagen pero no la intención de voto, ¿cómo se entiende?". Y desafía: "En pocas semanas empiezo a crecer de nuevo".
Luego, ya en el amplio living del piso 9º, se despliega en un sofá, coloca un rosario y un atado de Marlboro junto a su falda, invita con un vaso de gaseosa dietética y se dispone a hablar de política.
-¿Ya tiene compañero de fórmula?
-Me va a acompañar un hombre, de perfil moderado, que no venga de la política. Pero no hay ningún nombre.
-¿Qué quedó del encuentro con Zamora y De Gennaro?
-Nos equivocamos, en parte porque el ambiente es muy confuso. Tuvimos la necesidad de explorar alianzas que expresaran acciones comunes. Pero el gran error fue creer que los demás tienen necesidad de construir un nuevo país. Algunos pensaron en cómo posicionarse después.
-Perdió intención de voto en los últimos meses. ¿Por qué?
-Estar cerca de Zamora me hizo perder inserción, sobre todo en los ciudades y pueblos de la provincia. Tuvimos mucho costo. Lo único que deseo es que haya ética en los políticos, en el periodismo, en los consultores.
-La acusan de hacer campaña electoral luego de luchar por el "que se vayan todos".
-Tenemos el deber de construir otro país. No podemos decir desde la comodidad: "Vamos a construir en política dentro de cuatro años". Eso lo puede pensar algún intelectual de clase media y no el pueblo. Dentro de cuatro años no vamos a tener tierra, ni trabajo, ni nada. No podemos abandonar a una sociedad que necesita valores.
-¿Qué sustento tiene la concepción abstencionista?
-Un enorme miedo a las mafias y cierta comodidad frente a la lucha. Siempre es más cómodo criticar y nada más. Tenemos que estar dispuestos a exponernos a una posible derrota que signifique el fin de una vida política. Y hay que poder entregarla. Desde el ARI no nos vamos a resignar.
--¿Qué podría hacer un nuevo presidente con legislaturas adversas y Corte Suprema en contra?
-La verdad es que son nada más que cinco meses, si se cumplen los cronogramas establecidos. O fundás la gobernabilidad en la legitimidad popular o lo hacés con la corporación económica y judicial, que es la tradición política de los últimos veinte años. El ARI tiene que ser homogéneo y abierto a la sociedad. Si la sociedad empieza a participar se renuevan las prácticas políticas. No queremos reiterar la irresponsabilidad de ofrecerle a la sociedad juntarnos unos cuantos para ganarle a alguien y después dividirnos en el gobierno. De todos modos, tendremos algunas alianzas, por ejemplo con el socialismo.
-También tuvo crujidos con el socialismo.
-Diría que hubo más cruces en los diarios que lo que el conflicto explica. Por ejemplo tengo un absoluto respeto por Hermes Binner y creo que han descontextualizado algunas de las frases.
-¿Como aquella del intendente diciendo que no será vice de Carrió?
-O también que yo dije que no quiero que sea vice mío... Ninguna de las dos cosas son ciertas. No lo descalifico y él no me descalifica. Se trata de operativos destinados a dividir las fuerzas. Si bien nosotros decidimos que en Capital Federal el ARI va solo, en Santa Fe puede ser diferente.
-¿El 9 lanza la candidatura y abre la discusión sobre el programa?
-Presentamos las Bases para una República de Iguales, donde todo el soporte documental va a estar en internet, de manera que durante un proceso de dos meses, desde todo el país, todos los ciudadanos tengan acceso y puedan dar las discusiones en talleres, encuentros. Sobre fin de año haremos los encuentros regionales donde se recogerán todos los aportes y modificaciones que vengan de la participación. Y luego, sobre esa base, haremos el programa definitivo del ARI.
-¿Qué propondrá el programa del ARI para resolver la crisis del régimen político y la deuda externa?
-En cuanto a la deuda planteamos negociación con quita de capital e intereses. En cuanto al régimen político planteamos la necesidad de una Convención Constituyente, el cese de los jueces de la Corte, mecanismos de ratificación de los jueces federales con competencia criminal, reforma del Ministerio Público, establecimiento de fiscales anticorrupción, el ministerio anticorrupción y de legalidad en los concursos...
-¿Y la reconstrucción productiva?
-Entre otras cosas, volver a tener una empresa nacional energética como fue YPF y restringir la venta de tierras a capitales extranjeros para que los campos queden en manos de argentinos. Y reconstruir el Banco Nación, profesionalizarlo y ponerles límite a los créditos.
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