Año 49.651
 Nº CXXXV
Rosario,
domingo  03 de
noviembre de 2002
Min 14º
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cartas
Soñar lo bueno, desechar lo malo

Soñar es un placer que nadie puede negar y hay sueños que se transforman en realidad. No es cuestión de soñar y luego esperar a que se proyecte el sueño, como muchas veces sucede. Pero si no ocurre hay que tratar de elaborar determinados sueños para que sean de verdad. Soñar no cuesta nada y podemos hacerlo despiertos. Entonces soñemos y rescatemos lo bueno. Cuando se sueña algo feo tratemos de olvidarlo, desechémoslo, descartémoslo porque es malo y no fructífero. El sueño es el alimento del alma y la comida es el alimento del cuerpo. Para seguir los sueños que se tiene es necesario corregir ciertos riesgos a pesar de que muchas veces en nuestra existencia vemos nuestros sueños desechos y nuestros deseos frustrados. Es necesario continuar soñando, de lo contrario el alma se muere.
Américo Calvillo


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