Año 49.651
 Nº CXXXV
Rosario,
domingo  03 de
noviembre de 2002
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El hogar de los animales solitarios y vagabundos
Más de 130 perros esperan a diario a alguien que los adopte
Algunos llevan años enjaulados. La gente no los quiere porque están viejos o con discapacidades

Diego Veiga / La Capital

Alguna vez se los mató con inyecciones letales o cámaras de gas y aún hay localidades del país en donde estas prácticas se siguen realizando. En Rosario, los perros vagabundos son esterilizados y luego un ejército de voluntarios recorre plazas y parques tratando de conseguirles un hogar. Hasta que eso sucede, los animales viven en los caniles que pueblan los dos pabellones del Instituto Municipal de Salud Animal (Imusa) y en un anexo que el organismo tiene en las afueras de la ciudad. Algunos se van rápido, otros hace más de tres años que esperan irse y hasta parecen resignados a su destino de encierro.
El lugar era conocido hace algunos años como "la perrera". De allí salían camionetas en búsqueda de perros vagabundos a quienes los empleados enlazaban con destreza y retiraban de las calles.
El destino que les esperaba no era venturoso. Después de algunas semanas a la espera de que alguien los adoptara, una inyección letal terminaba con sus vidas y se cerraba así un ciclo que tenía por objetivo cumplir con la ley de profilaxis contra la rabia.
Hoy la realidad es totalmente distinta, ya que desde el 93 hay una ordenanza que prohíbe el sacrificio de mascotas. Según explica el director del Imusa, Adrián Santos, "el perro que es retirado de la calle es desparasitado, esterilizado y luego entregado en adopción". Mientras tanto, su destino es el canil.
El Imusa tiene dos pabellones: uno con 24 caniles y otro con 54. Se trata de espacios enrejados de unos tres metros de largo por uno de ancho, pero los hay más chicos. Allí se pueden ver desde un dogo argentino hasta un pequeño mestizo, cruza de pequinés con quién sabe qué raza, que mueve enloquecido la cola cada vez que alguien se acerca a su jaula. Entre el Imusa y su anexo, en Rosario hay 132 perros que esperan ser adoptados.

Los huéspedes crónicos
"Algunos llegan destrozados", confiesa Santos, al tiempo que se adentra en uno de los pabellones en medio de un mar de ladridos y una perra parapléjica que lo mira desde un canil. "Este animal tuvo un accidente y nunca más pudo volver a caminar, por eso le hicimos un carrito y la sacamos a pasear de ese modo", explica.
La perra forma parte de un grupo de huéspedes crónicos del lugar. "Son cerca de 20 animales que están acá desde hace más de dos años", admite Santos. El principal problema que tienen a la hora de la adopción es su aspecto físico. "Están viejos, algunos ciegos y otros inválidos, y por eso la gente no los adopta", explica el veterinario.
Ahora, desde el Imusa estudian publicar las fotos de este grupo de animales en Internet. "A lo mejor así conseguimos que alguien los adopte, porque si bien acá no les falta comida, no es muy grato vivir dentro de un canil", confiesa.
Greta forma parte de ese grupo. Es una perra adulta que llegó al Imusa el 7 de abril de 2000. "Nos llamaron del barrio Echesortu porque estaba tirada en la calle con claudicaciones", recuerda. Tiempo después, los profesionales le detectaron epilepsia y desde ese día se volvió imposible entregarla en adopción. "Nadie la quiere", dice Santos con resignación.
Como si esto fuera poco, los empleados del Imusa revelan que es "muy común" encontrar perros atados a los árboles que están enfrente del instituto. "La gente los deja agarrados del alambrado y cada dos por tres nos encontramos con cajas llenas de cachorritos", cuentan. Así, el hogar de los perros vagabundos se puebla día a día de nuevos huéspedes.
"Lo importante es que la gente tiene que entender que esto no es un depósito de perros, sólo es un lugar transitorio donde esperan ser adoptados", remarca Santos.
Mientras tanto, 132 animales esperan encontrar un hogar. Quizás alguna vez lo tuvieron. Hoy lo sueñan dentro de un canil. Y algunos, ya llevan años.



En los 78 caniles hay desde dogos hasta pequinés. (Foto: Marcelo Bustamante)
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