El congreso nacional justicialista, sin la presencia de figuras relevantes del menemismo, fijó anoche para el 19 de enero próximo la fecha de las internas abiertas para cargos electivos y la renovación de autoridades partidarias, y cargó duramente contra la Justicia electoral por "parcialidad". También resolvió la convocatoria de otro congreso para el martes próximo para convalidar el que ayer se realizó en las instalaciones de Parque Norte. La delegación santafesina intentó diferenciarse proponiendo la fecha del 22 de diciembre, pero no tuvo suerte: ya se había votado la del 19 de enero.
Las sesiones de ayer fueron una abierta confrontación con la decisión de la jueza federal con competencia electoral, María Servini de Cubría, quien las había invalidado.
También se constituyó en una demostración de fuerza frente al menemismo (que controla el consejo nacional) al reunir 585 congresales, integrados por reutemistas, el precandidato presidencial, José Manuel de la Sota, la senadora Cristina de Kirchner y gobernadores de las provincias chicas, además del mandatario bonaerense, Felipe Solá.
Por el gobierno nacional estuvieron, entre otros, Hilda Chiche Duhalde, los ministros Aníbal Fernández y Jorge Matzkin y los secretarios de Estado José Pampuro y Antonio Arcuri.
En tanto, el Comando de Campaña Menem Presidente quiso sumar presión a la interna justicialista, al anunciar que impulsará en la Cámara de Diputados "el tratamiento inmediato" del proyecto del Poder Ejecutivo que ratifica "el cronograma electoral" y la aceptación de la "renuncia anticipada" del presidente Eduardo Duhalde (ver página 5).
Durante las deliberaciones se aceptaron las renuncias del presidente Duhalde y del gobernador de Santa Fe, Carlos Reutemann, como titular y vicepresidente primero del congreso nacional del PJ, respectivamente.
Más allá de la pulseada Menem-Duhalde, voceros partidarios aseguraron que hace 48 horas el jefe del Estado le habría ofrecido a De la Sota que su esposa, Chiche, lo secundara en la fórmula presidencial.
El consejo nacional justicialista, en tanto, ratificó el 15 de diciembre para la realización de las elecciones internas para nominar la fórmula presidencial. En esa oportunidad se inscribieron los binomios Menem-Romero, Rodríguez Saá-Posse, Mussa-Suárez.
Con esta resolución hay dos fechas para realizar las elecciones internas y dos modalidades diferentes, al incorporar la renovación de los cargos partidos (el punto más conflictivo en la relación Menem-Duhalde).
La junta electoral quedó conformada por ocho miembros en representación del congreso y seis puestos vacantes como delegados de los candidatos presidenciales.
Carlos Soria advirtió que el Congreso "es la máxima autoridad partidaria" porque "resume la soberanía de todo el peronismo", cuestionó la "judicialización" de la interna y acusó a Servini de "parcialidad". Asimismo, ratificó que el 5 de noviembre habrá un nuevo congreso extraordinario por si la Justicia ratifica la invalidez de éste, "en el que habrá más gente", vaticinó.
Números y chicanas
"585 congresales son muchos más que los que no están", enfatizó el dirigente, por lo que estimó que "podemos sesionar válidamente" ya que así lo dice "nuestra carta orgánica".
Por su parte, Osvaldo Mércuri propuso aprobar las renuncias de Duhalde y Reutemann e integrar la mesa con Eduardo Camaño como presidente, secundado por el reutemista Alberto Hammerly, moción que, tal como estaba previsto, fue aprobada por unanimidad. De inmediato, Camaño ocupó el lugar de Kirchner.
De la Sota tomó la palabra, pidió un aplauso para el presidente electo de Brasil, Luiz Inacio Lula Da Silva, y también embistió contra Menem y la Justicia. "No me lo imagino a Juan Domingo Perón recorriendo los pasillos de tribunales", dijo el precandidato presidencial para pegar por igual a Menem y a Servini.
Destacó entonces la "falta de transparencia" en el proceso electoral abierto por el consejo nacional y se preguntó "por qué ponen tantas trabas si se sienten ganadores".
A su turno, Matzkin recordó el cronograma electoral dispuesto por el gobierno: "Aunque tenía mandato hasta el 10 de diciembre del 2003, el presidente Duhalde dijo que la gente debía elegir antes. El peronismo no se va a romper".
A la hora de mocionar, el pampeano propuso votar el 19 de enero, que los candidatos puedan presentarse sus listas 30 días antes de esa fecha y que se den por aprobados a los aspirantes ya anotados.
La moción fue avalada, aunque los representantes de Santa Fe pidieron el 22 de diciembre como fecha para esos comicios. Sin embargo, acataron el cronograma dispuesto por el congreso (ver página 4).
Antes de iniciarse el encuentro, el clima era de batalla frontal: el ministro de la Producción, Aníbal Fernández, advirtió sin eufemismos que si en el peronismo no se discuten las cosas "de la mejor manera" lo que se va a provocar es "un gran despelote".
"Nadie quiere dejar a nadie afuera, pero nadie puede tomar decisiones por todo el justicialismo. El justicialismo es uno solo", afirmó el ultraduhaldista.
Por su parte, la senadora Mabel Müller admitió que el congreso estaba "invalidado" por la Justicia, aunque lo destacó como un "gran hecho político".