Los estudiantes de quinto año de Odontología volvieron ayer a protagonizar la tradicional bajada en las puertas de la facultad. Festejaron su próximo egreso como nuevos profesionales, pero alteraron a más de un automovilista. No obstante, la algarabía no logró ser opacada. Los futuros odontólogos comenzaron a reunirse desde temprano y poco a poco fueron copando la calzada de Santa Fe y avenida Francia hasta lograr interrumpir el tránsito. Pero la fiesta no terminó ahí. Disfrazados de abejas, presos, monstruos y hasta el Chapulín Colorado decidieron compartir la celebración con los peatones y automovilistas que casualmente pasaban por allí. En efecto, al ritmo de los hits cumbieros comenzaron a arrojar cerveza y harina a diestra y siniestra. Y llegó el momento de la protesta, especialmente de aquellos que debieron apurar la marcha para intentar esquivar los permanentes intentos por ensuciarlos. Pero no todos hicieron lo mismo. Algunos chicos bailaron eufóricos y se divirtieron con sus compañeros sanamente y sin involucrarse con los demás. Entre las quejas, se destacaron las que provinieron de la estación de servicio de avenida Francia y Santa Fe. "Hoy estamos perdiendo mucha clientela que no se anima a llegar hasta acá", destacó un empleado que también vio cómo los estudiantes se subían a los estribos y paragolpes traseros de los colectivos que también debieron desviar su habitual recorrido. Las autoridades de la Facultad de Odontología avalaron a los jóvenes por su comportamiento general, aunque pidieron disculpas por los problemas que se generaron.
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