"Es así, hay una evolución positiva del empleo formal en Rosario", asintió ayer la ministra de Trabajo de la Nación, Graciela Camaño. De este modo, la funcionaria avaló las cifras reveladas por la Secretaría de Trabajo santafesina, y publicadas ayer por La Capital, que dieron cuenta de la creación de más de 3.300 nuevos puestos laborales de julio a octubre en la ciudad.
El dato surge de la diferencia entre los egresos e ingresos laborales detectados por rubro, y en ese marco los sectores ligados a la exportación llevan la delantera.
Camaño destacó que la Encuesta de Indicadores Laborales, que realiza la cartera nacional, indica que entre agosto y septiembre últimos hay un aumento positivo en Rosario de la creación de empleos del 1,7 por ciento, siempre teniendo en cuenta el trabajo registrado legalmente.
Incluso, la ministra aseveró a este diario que se observa a los conurbanos de Rosario y Mendoza como los más beneficiados con la incipiente recuperación económica.
Hacia atrás, una meseta
"Desde hace cuatro años que la destrucción de empleo es superior a la creación, tuvimos un amesetamiento en mayo, y ahora estamos en recuperación, un leve repunte, que nos permite ser optimistas", señaló. Aunque advirtió: "Ahora hay que cuidarse mucho de no tomar medidas recesivas".
La Secretaría de Trabajo de la provincia registró en Rosario de julio a octubre 8.812 nuevos puestos de trabajo contra la pérdida de 5.475, lo que arrojó un saldo positivo de más de 3.300. Y otro dato coincidente con esta tendencia es la cantidad de empresas presentadas en procedimiento de crisis. Mientras que en el primer semestre del año lo hicieron 372 firmas, en este cuatrimestre bajaron a 43.
Según la ministra de Trabajo, no sólo la ciudad incrementó sus puestos de trabajo sino también las localidades aledañas y el Gran Mendoza. "Tenemos crecimiento en el Gran Rosario y en el Gran Mendoza, allí hay índices positivos", apuntó.
Más aún, Camaño aseveró que desde su cartera se advierte además un incremento "más importante" en la incorporación de mano de obra informal. "El trabajo en negro es uno de los ítems sobre el que vamos a poner énfasis", remarcó.
"Estamos viendo de qué manera reforzamos los operativos de inspección, para blanquear el empleo", señaló. La ministra indicó que en principio la política de la cartera será de persuasión para que las empresas registren legalmente a sus empleados, aunque no descartó las sanciones y multas en una segunda etapa. "La realidad nos indica que voluntariamente no se resuelve el trabajo ilegal", admitió.
Jefas y jefes de hogar
En otro orden, la funcionaria se refirió a la necesidad de que los beneficiarios del Plan Jefes y Jefas de Hogar realicen un trabajo a modo de contraprestación. Así llamó a la responsabilidad de quienes reciben los 150 Lecops mensuales y también a los municipios que deben canalizar los proyectos laborales. Sin embargo, destacó que no es tarea fácil. "Imagínese que en Rosario es un ejército de hombres y mujeres (unos 60.000 beneficiarios) que hay que organizar, no es sencillo hacerlo", admitió.
Pero subrayó que a fin de año tanto beneficiarios como los municipios deberán rendir cuentas de quiénes han realizado las tareas. "Queremos finalizar con un proceso que nos permita dar de baja a todos aquellos que no hayan hecho efectiva la contraprestación. El problema es que en un principio se pensó que era un subsidio, pero no es así. Existe la obligatoriedad de realizar un trabajo", insistió.