Omar Bravo / La Capital
El tema de la informal mesa es la interna peronista y Aldo Rico se despacha a gusto contra el presidente Eduardo Duhalde y uno de los que busca reemplazarlo en el Sillón de Rivadavia: Carlos Menem. En el despacho de la Intendencia de San Miguel varios de los presentes opinan negativamente sobre la renuncia de Carlos Alberto Reutemann al congreso del PJ, pero Rico no dice nada. No quiere hacerlo. Tampoco dirá nada cuando La Capital le pregunte por la coincidencia con Elisa Carrió en denunciar al "régimen". El ex jefe carapintada está metido de cuerpo y alma en la campaña presidencial de Adolfo Rodríguez Saá, aun por encima de su candidatura a gobernador bonaerense, en la que los números de los sondeos lo dan por encima de Luis Patti, Felipe Solá y Duhalde ("tengo proyecciones importantísimas", se enorgullece). Convida con mate y recuerda una visita a la redacción de La Capital hace unos años. Y habla. -¿Cree que las elecciones internas del PJ fueron a vía muerta? -Mire, yo creo que las elecciones deberían hacerse ya. Pero si se postergan o se anulan en forma espuria voy a ser el primero en plantarme frente a la Casa de Gobierno. Me van a tener que aguantar. Yo no los tolero más a estos señores que juegan con fuego y no pueden salir a la calle porque la gente los reputea. Acepto las reglas de juego. No me gustan, pero las acepto... Pero que no me las cambien. Duhalde tiene que dar elecciones e irse a su casa. Si no lo hace, vamos a convocar a Plaza de Mayo a todo aquel que tenga algo por qué protestar. Yo no me imagino una concurrencia menor a las 200 mil personas. -¿El enfrentamiento Menem-Duhalde termina con el peronismo dividido? -El justicialismo va a terminar su crisis cuando el próximo gobierno, tanto a nivel nacional como en la provincia de Buenos Aires, sea un gobierno peronista, como serán el de Adolfo y el mío. El partido se va a ordenar y a unificar, pero sobre la base de una columna doctrinaria y no sobre intereses personales o afiliado a la internacional conservadora. Menem y Duhalde tienen un objetivo en común: la impunidad. Esta es la realidad. Para eso quieren el poder. No lo quieren para el bien común, porque Duhalde tiene el poder ahora y no lo hace, Menem lo tuvo y no lo hizo. Entonces, ¿para qué quieren el poder? Para la impunidad. Por eso la ciudadanía grita "que se vayan todos...". -En su escala personal, Menem y Duhalde, primeros... -Por supuesto. Pero, ¡ojo! También hay otros, ¿eh? Fíjese: ¿cómo votó (Luis) Zamora en el tema de la Corte Suprema? ¡No estaba cuando hubo que votar! Son todos iguales, por eso el ciudadano dice "que se vayan todos". Como político, tengo la obligación de darle orientación política a ese sentimiento profundo. Vamos a cambiarlos a todos. Vamos a dar vuelta la provincia de Buenos Aires como una media, vamos a sacar todas las bandas enquistadas en la provincia y Adolfo va a hacer lo mismo en la República. Esto es el cambio de régimen. Vamos a cambiar el régimen como lo hizo Perón en el •46. -Las encuestas para gobernador le dan muy bien... -Sí, hay algunas que me dan proyecciones importantísimas, pero falta mucho. El 15 de noviembre, en Ituzaingó, lanzo mi línea interna dentro del PJ bonaerense, con la que apoyaré al Movimiento Nacional y Popular que lleva la candidatura presidencial de Adolfo y de Melchor Posse. -Va a confrontar con la corriente 17 de Octubre, de Duhalde y Solá... -La 17 de Octubre lo único que busca es mantener el poder en la provincia de Buenos Aires. Es un objetivo de cerco, para encerrarse, y la política se hace abierta. Es como el que en el campo piensa que el alambrado lo va a salvar del incendio del campo vecino. -¿Por qué se alió a Adolfo Rodríguez Saá? -Porque no ingresé al justicialismo para dejar de ser peronista. Y el único que me ofrece un proyecto, una actitud, un espíritu, una alegría peronista y nacional, es Adolfo. -¿Usted apoya el proyecto de caducidad de leyes por seis meses? -Sí, señor. Eso es hacer las cosas ya. Son seis meses para analizar y ratificar el cuerpo legal argentino. Si no se ratifica, la ley caduca. Obviamente, todos los códigos serán ratificados, pero hay leyes que no se van a ratificar nunca, que nadie las volvería a votar, este es el tema. Las AFJP, la libre disponibilidad de divisas de las exportaciones, las privatizaciones, nadie las volvería a votar. No es que vamos a dejar a la República sin leyes, Alberto Rodríguez Saá es un constitucionalista de nota, tiene tratados sobre el tema. Se quejan los que saben que hay muchas leyes que benefician a intereses personales, sectoriales, corporativos y transnacionales y que nunca volverán a ser aprobadas. Nosotros somos hombres políticos que buscamos una transformación. Bueno, la ley es esa voluntad política traducida a términos jurídicos. Es la lucha contra el régimen y aceptamos el reto. El régimen lucha con sus armas; nosotros luchamos con la nuestra, que es el voto del pueblo.
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