El huracán Kenna, ahora degradado a depresión tropical, dejó una estela de destrucción y desolación con daños que superan los 50 millones de dólares, tras hacer vivir horas de horror a los habitantes de los Estados de Jalisco y Nayarit, en el noroeste de México. Al entrar a tierra con vientos sostenidos de 230 kilómetros por hora y rachas de 275 causando terror y afectando a más de 50.000 personas, el Kenna se convirtió en uno de los cuatro mayores huracanes que han castigado a México. La fuerza y la destrucción de Kenna sólo es comparable al daño que hicieron Gilberto en 1988 al destruir el balneario Cancún, en el sureste, Paulina que en 1997 devastó el balneario Acapulco, en el sur sobre el Pacífico, y el Isidore que en septiembre pasado dejó en ruinas Yucatán, en el sureste. A la estela de destrucción material que dejó con su furia, que se de acuerdo con cálculos primarios es superior a los 50 millones de dólares, sumó la muerte de tres personas, dos en Nayarit, donde causó el mayor daño y una en Zacatecas, según informes locales, pero aún sin confirmar por el organismo federal de protección civil. Cultivos destruidos, barcos encallados sobre calles, hoteles inundados, cientos de casas inutilizadas, vehículos destrozados, postes de electricidad y teléfonos caídos, árboles arrancados de cuajo y las vías de tránsito invadidas de miles de pequeños objetos que volaron, son el desolador cuadro que dejó el meteoro. El centro turístico Puerto Vallarta, en Jalisco, donde el agua entró hasta por lo menos 300 metros al interior del poblado, y San Blas, en Nayarit, por donde el ojo del huracán ingresó a tierra, son junto con los municipios de Santiago Ixcuintla, Acaponeta y Bahía de Banderas, también en Nayarit, los lugares más dañados. Las autoridades federales dispusieron de un fondo de 6.500 millones de pesos (unos 650 millones de dólares) para la reconstrucción de los lugares destruidos. Sólo en Puerto Vallarta las autoridades en una primera evaluación estimaron que los daños alcanzan los 400 millones de pesos (unos 40 millones de dólares). Mientras tanto, en Nayarit se estima que las pérdidas materiales en los municipios afectados supera esa cifra, pero aun oficialmente no existe un informe. Por otra parte, las lluvias y los vientos de Kenna cuando se degradó a tormenta tropical anteanoche, antes de convertirse en depresión tropical, causaron inundaciones en zonas del central Estado de Zacatecas, situación que aún no fue evaluada. Un informe preliminar del Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc) señala que en Nayarit fueron evacuadas cerca de 90.000 personas, la mayoría de las cuales regresó a sus viviendas y que en los 129 refugios que se instalaron se atendieron a 17.000. En Sinaloa, al norte de Nayarit, fueron evacuadas unas 5.000 personas que se albergaron en cuatro refugios y que en Jalisco los desalojados fueron 8.000, de los cuales 3.318 fueron protegidos en 16 albergues. (DPA)
| El viento inscrustó un auto en un hotel de Puerto Vallarta. | | Ampliar Foto | | |
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