El presidente Eduardo Duhalde pidió ayer a los precandidatos presidenciales que "si no quieren ayudar" por lo menos que "no molesten" su tarea de gobierno, al destacar que la Argentina "se esta poniendo de pie" y le va a dejar al próximo mandatario un país "pacificado y trabajando".
"Yo les pido a los candidatos que si no quieren ayudar no ayuden, pero que no molesten porque Argentina se está poniendo de pie y le vamos a dejar al próximo presidente una Argentina pacificada y trabajando", sostuvo Duhalde.
El presidente reiteró, además: "He decidido y prometido al pueblo argentino que no iba a participar de ninguna contienda electoral, que iba a ocuparme de un proceso electoral transparente donde todos puedan participar".
Duhalde formuló estas declaraciones en el marco de la inauguración de un nuevo edificio de la municipalidad de General Rodríguez, donde participaron también el gobernador bonaerense, Felipe Solá, y el intendente local, Oscar Di Landro, entre otras autoridades.
El presidente, en tanto, prometió que el tiempo que le resta en su cargo se ocupará de poner en marcha la "rueda de la producción y el trabajo" que "es un secreto a voces que se está moviendo en todo el país".
"Voy a trabajar hasta el último día para entregar al próximo presidente un país que esté de pie", concluyó el mandatario.
En otro punto, Duhalde aseguró que los programas sociales -entre ellos el plan para jefes y jefas de hogar desocupados- "continuarán hasta 2003".
"Están asegurados por todo el año 2003 y deben durar hasta que llegue el trabajo genuino, y esa es la gran batalla que tenemos que dar los argentinos", explicó el mandatario.
En esa línea, Duhalde dijo que los planes asistenciales "se van a poder pagar. Yo dije desde un primer momento que la plata que entrara primero sería para los jubilados y los planes sociales".
En cuanto a las declaraciones del ex ministro de Economía Domingo Cavallo, quien hace una semana dijo desde su virtual exilio en Nueva York que "Argentina se volvió un país insignificante", Duhalde le respondió que "los insignificantes son ellos; Argentina es un gran país".
Solá, por su parte, recomendó que "cada vez que se hable desde el extranjero y se permita decir alguna barbaridad sobre nosotros, con total desaprensión sobre 38 millones de argentinos, respondamos desde la dignidad nacional, porque un pueblo sin dignidad no se levanta y con la autoestima se es capaz de todo".
También confió en las posibilidades de recuperación del país al señalar que "los héroes quedaron en la historia porque dieron más de lo que recibieron" y no olvidó citar el Martín Fierro al sostener que "no es vergüenza ser pobre, es vergüenza ser ladrón".
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La Ciudad
