Año CXXXV
 Nº 49.643
Rosario,
sábado  26 de
octubre de 2002
Min 17º
Máx 24º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





cartas
Sobreabundancia de registros

Con sorpresa y beneplácito supimos de la iniciativa de nuestros ediles que sin desesperar ante el panorama de hambre y miseria que azota nuestro ámbito local adoptan importantes resoluciones reclamadas por la población rosarina toda. Nos referimos al anunciado registro de animales domésticos, en el que pronto deberemos anotar obligatoriamente a nuestros perros y gatos. Los antecedentes abundan. La historia tal vez comenzó con el Registro Nacional de las Personas, al que se agregaron el Registro Automotor, el Registro de Administradores, el Registro de Ascensores, el registro de conductores, el postergado registro de bicicletas y el también anunciado registro de paseadores de perros. Es clara y coherente la política de registrar todo lo que se mueve. Sólo queremos advertir un pequeño inconveniente en relación al último registro inventado: los animalejos destinatarios son muy prolíficos, lo que incrementará la tarea encarada en forma exponencial. El registro de nacimientos nos lleva a un registro de fallecimientos, lo que obstaculizará la abominable práctica de ahogar los gatitos. La mascota, al salir a pasear, deberá portar sus flamantes documentos. La ventaja es que como los perros callejeros también serán registrados y el Instituto Municipal de Sanidad Animal será el tenedor responsable de los perros callejeros, tendremos al fin a quien demandar por una injusta mordida animal o una inoportuna defecación en nuestra vereda. Como nuestro ánimo constructivo nos lleva a proponer antes que a criticar sugerimos la pronta implementación del registro de caballos atados y del registro de caballos sueltos. Mientras tanto, y para sostener la actividad encarada, proponemos abrir el registro municipal de ñoquis (aunque se mueven poco), afectando a sus integrantes al arduo trabajo encarado. Los demás recursos surgirán de derechos de inscripción, patentes y multas que sin dudas, tarde o temprano, se generarán.
David Solomonoff


Diario La Capital todos los derechos reservados