| | Ofensiva final contra la peste porcina clásica
| La erradicación de la peste porcina abrirá las puertas a la exportación de cerdos y a las inversiones en un sector que demanda mucha mano de obra y tiene fuerte arraigo en el interior del país, señaló el presidente del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), Bernardo Cané, al presentar recientemente el Plan Nacional de Erradicación de la Peste Porcina Clásica 2002/2004. El funcionario señaló que "la eliminación de la peste porcina no es sólo la conquista de un diploma de sanidad sino la posibilidad de realizar, en corto plazo, el negocio rentable de la exportación de cerdos". Durante el acto, el titular del Senasa firmó la resolución 834 que determina las características del programa de alcance nacional y subrayó "que marca un avance sobre el anterior porque no apunta al control sino a la eliminación del la enfermedad". Cané destacó también el cambio de actitud de los productores que "del enfrentamiento y las denuncias" que los enfrentaron con el Senasa en años anteriores "pasaron a una postura de colaboración para trabajar en conjunto a favor de la actividad". Por su parte, el gerente de la Asociación Argentina de Productores de Porcinos (AAPP), Juan Luis Ucelli, recordó que la peste porcina, detectada por primera vez en el país a fines del 1800 "fue un flagelo económico durante más de un siglo pero ahora, hace tres años y medio que no se registran focos" de la enfermedad. Al igual que la aftosa, la peste porcina integra la lista "A" de enfermedades animales de la Organización Internacional de Epizootias (OIE) y constituye una traba a las transacciones comerciales del producto. "Por cada millón de pesos de facturación la producción de cerdos ocupa a unas 60 personas en forma directa y la eliminación de la peste porcina alentará inversiones por 250 millones de pesos en el sector", enumeró Ucelli. El dirigente indicó que "con el impulso de las nuevas condiciones cambiarias que potenciaron las condiciones propias del sector, el objetivo es vender los granos de alta calidad que produce el país pero transformados en carne de cerdo". En otro orden, indicó que "la fuerte inversión en tecnología" realizada en la última década por el sector permite mantener actualmente la faena anual en 2,4 millones de cabezas a pesar de que entre 1990 y 2001 cayó de 400 mil a 150 mil el número de hembras en producción.
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