El proceso de concentración de las tierras no es historia reciente. Durante de más de tres décadas se viene acrecentando la compra de campos por parte de grupos económicos extranjeros. El último censo agropecuario realizado en 1988 daba cuenta de ese proceso.
En repudio a esta situación y para evitar que continúe, más de cuatrocientas personas se concentraron en el cruce de las rutas 8 y 188 en Pergamino, para arrancar con una caravana integrada por colectivos provenientes de Santa Fe, Chaco, Entre Ríos, 60 autos y chatas y la guardia de honor de los gauchos a caballo del Centro Tradicionalista Honor Gaucho, de Pergamino, que marcaban el espíritu de la convocatoria.
La defensa de la soberanía nacional fue la consigna del encuentro, con los participantes alzando las banderas argentinas y entonando repetidas veces el himno nacional. Las Mujeres en Lucha coparon las tranqueras y sobre el final del acto, dejaron plantados sobre un lote recién sembrado con maíz, la bandera nacional.
En un improvisado palco, frente al establecimiento Trébol Azul, se plantaron distintos oradores que argumentaron los por qué de esta lucha. El primero fue el presidente de la filial de FAA de Pergamino, Héctor Michetti, Domingo Morena, de General Alvear, Carlos Pailolle, director de FAA, Omar Barchetta, presidente de la filial Alcorta, Mario Cicciolli, de la juventud Federada, Alfredo de Angelis, de Entre Ríos, Ana María Rivero, de Mujeres en Lucha, Julio Currás, secretario gremial de FAA, Enrique Tarquini, vicepresidente segundo y cerrando el presidente de la entidad, Eduardo Buzzi.
"Este proceso de concentración de la tierra expulsa a la familia rural de su hábitat, de su cultura de trabajo, generando un mayor empobrecimiento y despoblando el interior del país", indicó Buzzi.
Las manifestaciones además se acompañan con una recolección de firmas para apoyar un proyecto de ley creado por la FAA y presentado a la Cámara de Diputados por el ARI. El proyecto contempla ponerle coto a este proceso y contempla las características que deberán tener las sociedades titulares de inmuebles rurales y que deberán ajustarse a un régimen específico al momento de la adquisición: los socios deben ser personas físicas, las acciones serán nominativas y los inmuebles rurales se podrán adquirir siempre que se destinen a su objeto social. También prevé la creación de un registro nacional de propiedad de la tierra.
El campo
"En la década del 70, un italiano de apellido Ferruci, compró un campo de 1.000 hectáreas y después fue comprando de a 800 hectáreas para conformar esta estancia que se extiende por alrededor de 4.000 hectáreas", relató Oscar Silvestri, un productor de la localidad de Pinzón, nacido en la zona y productor agropecuario. "Ahora sabemos que es de un tal Micerosky, que una vez al mes viene en avión a ver como anda todo y se va", agregó.
La estancia Trébol Azul, ubicada en pleno corazón maicero del país, se dedica en gran parte a la agricultura y en los bajos se realiza algo de ganadería. Según los pobladores de la zona sólo tiene dos o tres empleados y tercerizan todo el trabajo de siembra y cosecha a distintas productores de la región. Este grupo, señalaron tendría entre 13 ó 14 estancias en distintos puntos del país.
En materia de anécdotas y mitos, los campesinos de la zona cuentan que el primer propietario de esos campos era el yerno de Benito Mussolini, que hizo varias inversiones en Argentina.