La mano venía cambiada para Vélez, que en los últimos partidos parecía que había perdido el timón. Entonces, el técnico Carlos Ischia metió mano y dispuso cinco cambios con respecto al equipo que venía de perder con Lanús 2-0. Dos de ellos fueron Fabián Cubero y Roberto Nanni, que ingresaron por Leandro Somoza y Darío Husaín, quienes ni siquiera ocuparon un lugar en el banco de suplentes. Y fueron los ingresados los que condujeron al equipo de Liniers por la senda del éxito.
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