Oscar Lehrer / La Capital
Hace treinta y dos temporadas que estoy dirigiendo y mantengo las mismas ganas y entusiasmo que cuando empecé", monologaba el experimentado y capacitado árbitro de básquetbol Enrique Acutain al ser consultado por Ovacion sobre su extensa trayectoria. -¿Qué edad tenías cuando te iniciaste? -Tenía 19 años. A raíz de una grave lesión en un hombro tuve que dejar de jugar y para mantenerme ligado al básquetbol me metí en el referato. Esto no era nuevo para mí porque siempre dirigía en las prácticas y en los torneos internos. -¿En qué club jugabas? -En Libertad, donde jugué desde la categoría mosquito hasta la división superior, siempre dirigido por Guillermo Burelli. -¿Qué recordás de tus treinta y dos años como árbitro? -Muchísimas cosas, y por suerte, en su mayoría todas lindas. Dirigí muchas finales en el orden local y nacional. Hasta el año 92 estuve en la Liga Nacional. En una oportunidad la Rosarina me designó para dirigir una final entre Rosario Central y Newell's. Los dirigentes rojinegros se opusieron a mi designación, sabiendo de mi simpatía en el fútbol por los auriazules. En la Rosarina me mantuvieron como uno de los jueces y para bien mío salió un partido prolijo y al ganar Ñuls estos no tuvieron nada que decir. -¿Y no hubo ninguna mala? -Hace un par de años, una final de ascenso entre Temperley y Calzada en cancha del primero. Ganó Calzada y el público local se descargó conmigo y con mis dos compañeros, Celi y Salvaggio. Pero por suerte eso ya se olvidó. -¿Tuviste algún modelo de árbitro? -Me quedo con el formoseño Ramón Freixedes. También fue un gusto haber compartido partidos con jueces de la jerarquía de Francisco Seibane, Darío Rodríguez, Carlos Presas, el bahiense Gómez, Ramón Uslenghi y Jorge Rubinstein, entre otros. -¿Cómo está el arbitraje local? -Está muy bajo. No veo jóvenes que quieran surgir. Como ejemplo sólo vale recordar que en el 89 Rosario contaba con 12 jueces nacionales y ahora solamente tiene cinco de los cuales tres están en actividad. Tengo la idea junto con Alberto García y Francisco Grieco de presentar un proyecto para contar con un plantel más amplio de árbitros en la ciudad. -¿Hasta cuándo pensás dirigir? -Gracias al profesor Marchica y al doctor Sogne bajé unos cuantos kilos (23) y me mantengo muy bien. Voy al gimnasio todos los días y esos dos profesionales me controlan permanentemente. -¿Qué pensás de la división que tuvo el arbitraje de la ciudad? -No estoy de acuerdo con ninguna de las asociaciones. Por eso es que yo soy un juez libre, que pertenece a la Rosarina y nada más. La división perjudicó al arbitraje local. -Con los dirigentes, ¿cómo te llevás? -Mantengo una muy buena relación con Amílcar Tamburri, presidente de la Rosarina, y con Raúl Foradori, titular de la Federación Santafesina. -De los muchos jugadores que viste, ¿con cuál te quedás? -Me quedo con Buby Le Bihan y con Raúl Burgos cuando jugaba en Libertad. -¿Los árbitros jóvenes respetan a los mayores? -No solamente nos respetan sino que también nos hacen caso. -Después de la agotadora jornada manejando el taxi (su otra actividad), ¿cómo llegás a la cancha para dirigir? -Estoy acostumbrado. Estar muchas horas arriba del auto no es un impedimento para llegar bien al partido. -¿Hay otro como vos para sucederte? -Sí, se trata de mi hijo Martín (20 años). Varios que lo han visto dirigir dicen que lo hace bastante bien, cosa que me pone feliz. -¿Cómo ves el básquetbol de la ciudad? -El nivel no es el ideal. Se han ido buenos jugadores y varios equipos por esa causa se han desarmado. En divisiones menores no se ven proyectos que vengan surgiendo y el futuro es incierto. -¿Qué mensaje les dejás a los árbitros que recién se inician? -Que estudien bien el reglamento, que se dediquen en serio, que no tomen el arbitraje como un divertimento o como para ganarse unos pesos.
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