Una cronista de Telenoche Investiga entrevistó al padre Grassi antes de que se emitiera el programa. El sacerdote negó enfáticamente todas las acusaciones formuladas, "todo es totalmente mentira", afirmó. Dijo que no había recibido ningún llamado de atención por parte del obispo de Morón, monseñor Justo Laguna, y tampoco de alguna autoridad del Vaticano: "Jamás me han notificado nada", sostuvo. Dijo también que "jamás ha sucedido" ninguno de los casos que se le imputa. "Están mal informados, nunca ha sucedido algo así", afirmó con un tono de voz que trasuntaba dolor o angustia. "No sé por qué se han denunciado estas cosas, nunca he compartido la habitación con ningún chico, jamás en mi historia me ha pasado algo así, desconozco esa causa judicial", puntualizó. El sacerdote aseguró que los testimonios de diversas situaciones comprometedoras por parte de dos mujeres, varios hombres y adolescentes que declararon ante las cámaras aunque a contraluz para que no se conociese su identidad, y que se presentaron a la Justicia, son "denuncias falsas, son falsos testimonios". Al ser preguntado por la periodista si juraría por Dios que dice la verdad, respondió: "Sí, juro que no lo hice". Después, en el programa de Gelblung, dijo que "mi corazón está en paz, nunca pensé que podría aguantar algo así, pensé no aguanto, me muero. Pero si uno vive algo así con la verdad, encuentra fuerzas para seguir. No cometí este pecado, ninguna de estas acusaciones es verdad". Dijo, ante una pregunta en ese sentido, que la denuncia se focalizó por el costado de la homosexualidad "porque es el pecado, o delito -se corrigió- más vergonzante, es el lugar donde más me iba a doler, donde más me iba a manchar la imagen. Todo esto no tiene pies ni cabeza".
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