Israel. - Un choche cargado de explosivos estalló al lado de un autobús en Israel y mató a por lo menos 15 personas e hirió a más de 50. El incidente ocurrió en la ciudad de Pardés Jana, al norte del país, informó la policía. El autobús, que viajaba entre las ciudades de Hadera y Afula, estalló envuelto en llamas, arrojando una nube de humo al cielo y provocando que las municiones de los soldados a bordo reventaran en una serie de estallidos. Anoche, el ejército israelí estableció el toque de queda en Cisjordania, como una primera represalia por el atentado palestino.
Usando una táctica pocas veces aplicada, un palestino se aproximó a bordo de un auto del tipo todoterreno a la parte trasera del autobús mientras éste recogía pasajeros y detonó una carga de100 kilos de explosivos. La policía dijo que en la explosión también murió un atacante suicida, aunque no se confirmó el número de autores del atentado. Sólo unos pocos pasajeros lograron escapar, algunos de ellos saltando por las ventanas, pero otros quedaron atrapados y murieron quemados.
"Se produjeron explosiones sin parar", explicó Michael Yitzhaki, quien logró escapar. "Las llamas se tragaron el autobús con una velocidad asombrosa no pudimos entrar a salvar a nadie. Fue muy difícil ver a gente a la que ya no podíamos ayudar", agregó.
"Fue como un terremoto. Todo el autobús está quemado y no queda nada de él", detalló el testigo Meital Ziskin. Otro hombre, Reuven Oren, dijo a Radio Ejército que "la explosión levantó una nube de humo negro. Fue enorme". "Los terroristas palestinos están librando una guerra en las calles, los cafés y las carreteras de Israel", destacó David Baker, un funcionario de la oficina del primer ministro Ariel Sharon.
El grupo militante palestino Yihad Islámica se atribuyó la responsabilidad del atentado, según el canal de televisión Al-Manar de Hezbolá. Yihad Islámica estuvo detrás de un atentado explosivo similar en junio contra un autobús en la Intersección de Megiddo, en el norte de Israel, que dejó 17 muertos. Diversas organizaciones palestinas habían prometido vengarse de las reciente redadas del ejército israelí en Cisjordania y la Franja de Gaza.
Condenas al atentado
La explosión fue el primer atentado palestino perpetrado en Israel desde el 10 de octubre, cuando un militante suicida se voló en una parada de autobús cerca de Tel Aviv, causando la muerte de una anciana.
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, quien ha despachado al enviado a William Burns a la región, condenó el atentado, aunque manifestó que no va a desencarrilar los esfuerzos para alcanzar la paz. Washington quiere calma en la región mientras busca el apoyo de los países árabes para una posible operación militar de Estados Unidos contra Iraq.
Por su parte, funcionarios israelíes responsabilizaron del atentado a la Autoridad Palestina de Yasser Arafat, aunque los colaboradores del líder palestino siempre han rechazado esas acusaciones. "Ustedes saben que la decisión de la dirigencia palestina es que se opone a los ataques contra civiles palestinos e israelíes. Rechazamos tales ataques contra civiles", señaló Arafat a los periodistas en las afueras de su cuartel general en la ciudad de Cisjordania de Ramala.
El ataque, cerca de la localidad de Pardés Jana, unos 50 kilómetros al norte de Tel Aviv, originó temores de una enérgica respuesta militar israelí, a pesar de los llamamientos de Washington a favor de la calma, en momentos en que busca el respaldo árabe a una posible guerra contra Irak.
No obstante, la capacidad de maniobra del primer ministro israelí, Ariel Sharon, parecía limitada ya que sus ministros de la derecha religiosa amenazaron con romper la coalición de gobierno por el desmantelamiento de un asentamiento judío en Cisjordania, ordenado por el laborista ministro de Defensa, Ben Eliezer. (Reuters)