Parcial acatamiento en el tercer paro contra Chávez

Caracas. - El paro en Venezuela, el tercero en diez meses contra el presidente Hugo Chávez, se desarrolló ayer sin incidentes y fue acatado mayoritariamente según los convocantes, aunque para el gobierno no afectó a la actividad petrolera y petroquímica, sectores donde se produce el 85 por ciento del Producto Bruto Interno.
Unos 1.000 seguidores del gobierno se concentraron en la plaza O'Leary, en el centro de Caracas, para manifestar su apoyo al gobierno, poco antes de que se cumpliera la huelga de 12 horas. El paro fue convocado por Fedecámaras, la Confederación de Trabajadores de Venezuela y la opositora Coordinadora Democrática, tras un ultimátum dado a Chávez para que renuncie o convoque a elecciones, en el marco de una multitudinaria marcha contra el gobierno el pasado 10 de octubre.
El titular de la gremial empresarial Fedecámaras, Carlos Fernández, calificó de "éxito" a la protesta, pero descartó prolongarla, así no haya una respuesta del gobierno a su reclamo de "elecciones ya". En tanto, el presidente de la Confederación de Trabajadores de Venezuela, Carlos Ortega, sostuvo que el acatamiento a nivel nacional fue del 80% al 85%.
Del lado gubernamental, la ministra de Trabajo, María Cristina Iglesias, afirmó en cadena nacional que el paro "fracasó" y que 90% de la administración pública trabajó, tanto la central como la descentralizada, incluyendo gobernaciones y alcaldías. Además señaló que la jornada transcurrió con toda normalidad. "Hubo paz y tranquilidad en toda la República y no hubo ningún incidente que reportar", destacó. Aunque las autoridades reportaron que un pequeño grupo de opositores se congregó por la tarde en la autopista Francisco Fajardo, este de Caracas, bloqueando parte de la calzada con vehículos.
En la capital hubo escasa circulación de vehículos en relación a las habituales colas que se forman en las principales arterias, y pese a que era notoria la presencia de autobuses de transporte público, transitaban en la mañana en general vacíos. En cambio, el metro funcionó normalmente aunque con escasos usuarios. También se constató la presencia de agentes de la policía en varias esquinas de la capital y efectivos de la policía militar y de la Guardia Nacional se apostaron en grupos de dos y tres en las entradas del metro y en algunas esquinas.
Según el ministro de Producción y Comercio, Ramón Rosales, los "empecinados llamados a paros" causan alrededor de 300 millones de dólares diarios en pérdidas. (AFP y DPA)