cartas

¡Presente señorita!

Querida señorita Milka. En 1942, nos conocimos. Nos llegó profundamente tu personalidad, tu capacidad de transmitir y de comunicar conocimientos. El saber que nos dejaste fue muy importante, pero sobre todo rescatamos tu calidez. Sabías imponer respeto; cuando te ubicabas frente a la clase nos hacías posibles de asimilar las enseñanzas de ortografía, de redacción y sobre todo convertías los tediosos problemas de matemáticas en fáciles ejercicios. No quedaban dudas, todo germinaba en nosotros gracias a tu gran capacidad. Por eso hoy, que ya no estás en la vida terrenal, te evocamos con el recuerdo hermoso que quedó intacto en nosotras a pesar de los años, y te decimos, ¡Hasta el momento del reencuentro!, en que diremos como cuando éramos niñas, ¡Presente señorita!
Laura Villagra y Yolanda Cambiaso