Año CXXXV
 Nº 49.639
Rosario,
martes  22 de
octubre de 2002
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Claudio Martín cuestionó a los jugadores
Para el árbitro, tuvieron una actitud demagógica

Alejandro Cachari / Ovación

Como reflexión tengo que decir que es lamentable que se tenga que suspender un partido cuando los hinchas quieren, cuando no soportan el resultado de un partido. Nada más".
Del otro lado de la línea telefónica Claudio Martín muestra su fastidio por el choque trunco entre Banfield y River que debió suspender a los 21 minutos del complemento cuando el Taladro se imponía por 5 a 0 y la hinchada millonaria decidió que era tiempo de terminar con el oprobio.
-¿Notaste que el clima se iba enrareciendo a medida que llegaban los goles de Banfield?
-No, todo empezó después del quinto gol. Nos dimos cuenta que habían roto el alambre, tratamos de solucionarlo con un par de efectivos, pero no resultó. La gente logró su objetivo que era suspender el partido.
-Los capitanes (Sanguinetti y Comizzo) te pidieron que siguieras el partido, que era lo más recomendable.
-Dentro de los poderes y deberes del árbitro figura un ítem que dice que deberá suspender temporaria o definitivamente un partido cuando haya interferencia externa. Eso fue lo que hice. No les corresponde opinar a los jugadores al respecto.
-¿Cómo tomaste las declaraciones de Comizzo?
-¿Cuáles?
-Dijo que eras un tarado.
-Nunca me gustó hablar de los jugadores. Cada uno debe ser juzgado por quien corresponda. En el caso de los futbolistas debe hacerlo el técnico, el presidente del club; en el caso de los jueces lo hace la escuela de árbitros. Si Comizzo piensa eso creo que está bastante equivocado. No voy a omitir opinión sobre lo que pienso de él. Estoy muy seguro de quién es pero no lo voy a decir públicamente.
-¿Cuál va a ser tu predisposición cuando tengas que dirigir otra vez a Comizzo?
-Estamos preparados para soportar este tipo de presiones. La escuela se preocupa mucho por este tema. No podemos entrar a una cancha prejuzgando por el pasado de un jugador. Nos tenemos que limitar a dirigir los 90 minutos.
-¿Constan las declaraciones de los futbolistas en el informe?
-Eso no lo puedo revelar, se tiene que expedir el tribunal de disciplina.
-¿Tampoco podés adelantar si está detallado el comportamiento de algunos jugadores durante los incidentes?
-No, no puedo.
-¿Recibiste llamados de apoyo, o al revés, tras decidir la suspensión?
-Hablé con el director de la escuela Juan Carlos Loustau. Me dijo que había estado perfecto, que esperé el tiempo necesario para poder reanudar el juego, que estuve tranquilo como correspondía y que estuvo perfecta la decisión de suspender el partido. Ni más ni menos que como figura en las reglas del juego.
-¿No están cansados los árbitros de terminar siendo protagonistas de situaciones ajenas?
-Lo que te cansa es que los jugadores logran su cometido que es desviar la atención de una tarde paupérrima con los hechos de violencia que no tienen nada que ver con lo que pasaba en la cancha. Se soslayó todo lo que hizo Banfield. Todos los llamados que tuve fueron referidos a los incidentes y no a lo que había hecho Banfield. Lograron lo que querían: desviar la atención de la gente de un contundente 5 a 0 a la violencia.
-¿Qué opinás de la decisión de los jugadores de River de tirarle la camiseta a la tribuna?
-Me parece un acto demagógico.


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