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Clausuras sin justificación

En estos días he seguido en La Capital y en televisión la clausura de dos locales que pertenecen al empresario Jorge Giannantonio y he visto cómo algunos concejales se han dedicado a dar supuestas -desconozco si son reales- razones para efectuar dicha clausura. Me pregunto, ¿por qué la clausura se realizó desde el Concejo Municipal y no desde la repartición correspondiente? ¿Por qué sólo dos concejales atacan a este empresario? Los concejales Elmir y Monti pertenecen al mismo bloque, están en sus cargos por el voto de la gente, viven en soberbios departamentos, tienen autos importados, casas de fin de semana parecidas a palacios, tienen empleados nombrados por montos altísimos que en realidad cobran miserias, se sientan a desayunar con empresarios cuyas compañías están directamente relacionadas con la Municipalidad de Rosario, y se dan el gusto de clausurar dos locales que hoy les están dando empleo a numerosas personas. Estos concejales, ¿no pensaron en la gente que hoy está trabajando? ¿No pensaron en las chicas que trabajan de mozas en estos lugares y les dan de comer a sus hijos con las propinas? ¿En los cocineros, en los encargados, en el personal de limpieza, en las pequeñas y medianas empresas que son proveedoras de estos dos locales? Esto parece una guerra contra un empresario, y como siempre nadie se acordó de la gente humilde, que trabaja, que lucha. Estos concejales se ofuscan hablando de este señor que no está -supuestamente- en regla. ¿No hubiese sido mejor para la ciudad darle un plazo para poner las cosas en regla y dejar que los negocios siguieran trabajando y dando trabajo a la gente? ¿Para qué votamos? ¿Para que nos dejen sin trabajo? Estos negocios y este empresario tal vez adolezcan de irregularidades pero dan empleo y por ende dignidad a muchos rosarinos. En cambio, los concejales sólo se preocupan por su bienestar económico. Deberían clausurarse a ellos mismos. Sobre todo, por desalmados.
Claudio López. DNI23.435.258