| | Costa bonaerense: Descanso en la caballeriza El viejo haras San Blas, a 100 kilómetros de Carmen de Patagones, albergará un lujoso resort de campo
| Carlos Espinosa
El viejo haras San Blas, en la bahía del mismo nombre y sobre la costa marítima del extremo sur bonaerense, se está transformando en un resort de campo y playa que se abrirá al turismo el mes próximo con una gama de servicios que le aseguran a los huéspedes días de descanso y diversión. Las dependencias del casco original, erigido por el magnate papelero Erwin "Bubby" Wasserman en la década del 40, se convirtieron en veinte confortables departamentos que albergarán a setenta personas. La idea de los responsables del emprendimiento es que los visitantes alojados en los diferentes sectores del complejo tengan un espacio común para comidas y recreación y una playa a la que también accedan los turistas de paso. En la casona principal, un chalet con estilo country inglés, habrá un restaurante internacional para 90 personas, cuatro suites con jacuzzi y una sala de juegos con mesas para billar y tableros de damas y ajedrez. La antigua administración y los cuartos de los peones, totalmente reciclados en madera de pinotea, serán confortables dormitorios asomados a una luminosa galería. Y lo que fue la maternidad del haras, donde nacieron muchos de los mejores pura sangre que pisaron los hipódromos argentinos entre los años 40 y 60, se convirtió en cuatro departamentos. En todas las construcciones recicladas se respetaron los estilos y materiales originales, y se conservaron la mayoría de las típicas aberturas de caballerizas. El viejo haras también tendrá un gran quincho que oficiará de restaurante criollo, con parrillas y asadores que serán abastecidos con vacunos y ovinos engordados en los propios campos. El espacio central del resort, que fuera la pista del padock, donde hace medio siglo los caballos se vareaban delante de potenciales compradores, estará ahora ocupado por un putting de golf y una cancha de cricket inglés. Mientras que en los fondos del solar, una de las caballerizas se transformó en sala de juegos juveniles, con metegoles y videojuegos. También se está acondicionando un lugar en el que se instalará el museo de carruajes antiguos. Entre ellos se destaca un gracil landó y una diligencia para nueve pasajeros de la época de Rosas. En poco tiempo más, el viejo haras San Blas, a 100 kilómetros de la ciudad bonaerense de Carmen de Patagones, volverá a brillar como en los años 40, cuando en su pista privada aterrizaban los aviones de transporte para llevar los pura sangre hacia los studs de San Isidro, Palermo y La Plata. Sobre aquel viejo esplendor, en un rincón del sur bonaerense, se levanta hoy un resort con detalles tan exquisitos como la huerta orgánica que proveerá la cocina de hortalizas frescas.
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