Año CXXXV
 Nº 49.637
Rosario,
domingo  20 de
octubre de 2002
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El director de la Técnica 486 recibió la sorpresa al regresar de un viaje de estudios
Alumnos de Carcarañá hicieron una obra colosal
En sólo cuatro días pintaron el establecimiento y el mobiliario. Además arreglaron techos y desagües

Walter Gasparetti / La Capital

Carcarañá. - Para Esteban José Ateca, director de la Escuela de Educación Técnica 486, algunas acciones humanas pueden llegar a convertirse en milagros, aunque no tengan un origen divino. Esa es la primera sensación que tuvo cuando observó por primera vez la colosal obra de un grupo de alumnos cuando regresó de un viaje de estudio. Las paredes y aberturas internas y externas habían sido pintadas, junto al mobiliario de algunas dependencias. También habían reparado techos y desagües pluviales. La tarea había sido realizada por decenas de alumnos que cumplieron su misión "por amor a la escuela".
"Los colectiveros y las docentes que viajaron conmigo demoraban la partida, en Mendoza y luego el ómnibus aminoraba la marcha cuando estábamos por regresar. Recién lo entendí cuando, al llegar, me sacaron la venda y miré el edificio. No era mi escuela, sino otra", relató Ateca a La Capital.
La idea partió de los estudiantes de sexto año y los trabajos se hicieron durante cuatro días. Ni bien los chicos pusieron manos a la obra, alumnos de otros cursos los imitaron. La remodelación del edificio se completó con los aportes de cooperadores y docentes que ayudaron a coordinar la tarea.
Los materiales y la pintura se consiguieron a través de donaciones aportadas por comercios locales, aunque también se utilizaron algunos ahorros que tenían los chicos para un viaje de estudio que no iban a realizar debido a la situación económica.
Ateca no puede la emoción y explicó una y otra vez el momento en que llegó a Carcarañá: "Los chicos gritaban y aplaudían y la entrada estaba llena de gente. Tenía poco sentido que esa actitud fuera por el viaje porque lo hacíamos todos los años".
La historia que tuvo a los estudiantes como protagonistas no termina en esa acción. Ese mediodía hicieron un almuerzo para juntar fondos y días después el gobernador Carlos Reutemann comunicó la entrega de una donación de 3.000 pesos para que puedan tener su viaje de estudio en Villa Carlos Paz.
Un profesor de la escuela interrumpió una clase para que los alumnos puedan dialogar con este diario. Con la frescura que los caracteriza, los estudiantes relataron lo que ellos denominaron la parte más difícil del trabajo: juntar los elementos necesarios, debido a que no tenían todos los fondos.
"Hace cuatro años que evaluamos la idea de pintar la escuela porque estaba muy arruinada, pero por distintos motivos esa idea era postergada. Como estos son los últimos meses que vamos a estar en el edificio nos dijimos que era ahora o nunca", relató Emanuel, uno de los voceros del grupo.
La responsabilidad por terminar la tarea emprendida los hizo dormir en salones para comenzar más temprano. Trabajaron de sol a sol y hoy sienten la satisfacción de quien cumple una meta en la vida. Tanto entusiasmo los hizo abandonar la idea de ir a la confitería bailable el sábado a la noche.
"El presidente de la cooperadora nos ayudó y también los docentes que aportaron su trabajo. Nosotros sembramos la idea y el resto la tomó como suya. Además el director siempre nos prestó las instalaciones para hacer reuniones y queríamos devolver tantas atenciones", añadió Evelyn.

"Jamás sospeché"


La escuela agrotécnica de Carcarañá posee siete hectáreas y arrenda otras 30 para cultivos intensivos. Los alumnos combinan materias teóricas con prácticas en la explotación agropecuaria. Crían animales y llevan adelante cultivos, en una enseñanza que los acerca a la actividad campestre. El establecimiento tiene doble escolaridad.
El responsable de la escuela dijo que en ningún momento sospechó de la acción de los jóvenes, ni siquiera cuando le costó comprender las demoras y la fiesta de despedida en el alojamiento de Mendoza. "Nadie tenía apuro por regresar y eso me molestaba, pero aguanté y no dije nada", confió Ateca.
Para los alumnos, el acto solidario que hicieron por la escuela constituye una acción recíproca al devolver algo del cariño que recibieron en la etapa escolar. "Nos llevamos los mejores recuerdos de los profesores, del personal y del director", añadieron.
Es que valores como la solidaridad constituyen, quizás, una de las pocas derivaciones positivas que ha dejado esta crisis. Estos chicos no sólo han dado una muestra solidaria para la escuela que los formó, sino que aportaron un ejemplo de lucha y trabajo. Y algo más: enseñan que querer es poder.



Se olvidaron de ir a bailar y se pusieron a pintar.
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