El nombre del maestro Juan Carlos Tassara, de 88 años, quien hace más de 40 renunció a su banca de diputado para asumir como director de una escuela rural, le fue impuesto ayer a un centro educativo primario de Viedma -una excepción a la ley que no prevé esos homenajes en vida- en un acto encabezado por la ministra de Educación rionegrina, Ana Mazzaro.
La funcionaria explicó que "el Consejo de Educación aceptó la propuesta de denominación de esta escuela, surgida de la comunidad educativa, como una justificada excepción a la norma por la cual sólo se pueden imponer los nombres de personas fallecidas y recién diez años después de su desaparición".
El homenajeado, pleno de vitalidad, aceptó la honrosa distinción "en nombre de todos los muchos maestros rurales que tuve el privilegio de tratar a lo largo de mi vida docente, muchos de ellos muertos en el mayor de los olvidos y en medio de enormes carencias materiales".
"Creo que no hice nada extraordinario en mi vida, tan sólo fui y trato de seguir siendo un maestro, solamente un maestro" agregó Tassara, acompañado de sus hijos y nietos. Recibido de maestro en Viedma en 1934, ejerció en varias escuelas rurales del sur rionegrino y en 1957 fue invitado a sumarse a la actividad política en la incipiente Democracia Cristiana, por la que fue electo como legislador provincial en 1958.
Para asumir en la banca tomó licencia en su cargo docente de la localidad de Luis Beltrán y durante todo 1958 desempeñó la función parlamentaria. Pero, a fines de ese año el Ministerio de Educación de la Nación -del que aún dependían todas las escuelas de esta jurisdicción- le confirió el ascenso a la dirección del establecimiento.
"El sueldo de legislador era cinco veces más que el director de escuela, pero yo quería estar en el ambiente docente así que renuncié y volví a las aulas, para seguir otros 20 años" recordó. "No me arrepentí de la decisión, aunque debo reconocer que en aquella primera legislatura había figuras de enorme talento y personalidad política que era un gusto escuchar en sus intervenciones", admitió.
Le paró el tren a Perón
Una de las experiencias que Tassara recuerda es cuando hizo detener en un pequeño pueblo rural el tren presidencial que llevaba a Juan Domingo Perón y a Evita hacia Bariloche, ocasión que utilizó para plantearles la urgente necesidad de un nuevo edificio para la escuela de la localidad de Ministro Ramos Mexía, lo que se concretó un par de años más tarde.
Tassara fue también director y fundador del hogar escuela y colonia de vacaciones del balneario El Cóndor, a 30 kilómetros de Viedma. Tras cuarenta años de actividad se retiró como regente del Instituto Provincial de Educación Física.
Durante la dictadura militar fue activo militante de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, estuvo siempre vinculado a organizaciones cristianas católicas de solidaridad y en 1994 fue designado ciudadano ilustre de Viedma. (Télam)