Santa Fe. - El Concejo Municipal aprobó en su última sesión un proyecto del edil Juan Carlos Bettanín (PJ-disidente) por el cual se dispone que el Departamento Ejecutivo restituya la parada de colectivos en la esquina de San Jerónimo y General López, precisamente la que ocupa el Arzobispado y en cuyo primer piso sobre la ochava noroeste el ex arzobispo Edgardo Storni tenía su dormitorio.
La resolución por la cual se dispuso clausurar la parada de una gran cantidad de unidades del transporte urbano se puso en vigencia cuando epilogaba la gestión del intendente Horacio Rosatti. Si bien la excusa fue la incidencia de dicha parada en los horarios de entrada y salida del colegio católico San José de Varoncitos, era un secreto a voces que en realidad se debía a las molestias que experimentaba el entonces jefe de la Iglesia santafesina para conciliar el sueño por el ruido que producían los colectivos.
Durante el tratamiento del proyecto de Bettanín no se mencionó que la causa real de la medida era el inconveniente que en horas de descanso debía soportar Storni. Pero el tema era vox populi, a tal punto que hasta fue comentado por los choferes cuando en un principio tuvieron que explicar a los usuarios que monseñor no podía dormir.
Cuando se discutió el tema en el Concejo y se aprobó la resolución que da por terminada la incomodidad que representa para los pasajeros -obligados a caminar dos cuadras, y a veces más- para acceder al transporte, se mencionó la aparente incidencia del tránsito de colectivos en ese sector a partir del funcionamiento del establecimiento educativo.
Fue en ese marco que el autor del proyecto aceptó esas posibles implicancias, pero señaló que "nada impide que fuera de esos horarios la parada siga funcionando. Por lo demás, la decisión es discriminatoria, dado que en otras calles donde existen colegios los colectivos siguen utilizando la esquina correspondiente, sin que por eso alteren demasiado tránsito vehicular de la zona".
Cuestión judicial
Mientras, en el ámbito judicial el defensor de Storni, Eduardo Jauchen, presentó un nuevo escrito ratificando que el prelado está a disposición del magistrado y fijó su domicilio legal en Tacuarí al 6731, en la zona residencial del barrio de Guadalupe, donde residiría una hermana de monseñor. Una empleada que atendió a La Capital negó que el ex titular de la Iglesia local esté residiendo allí o que esa familia tenga vinculación con el purpurado.
En tanto, el juez Eduardo Giovannini citaría al sacerdote Jorge Sarsotti, ex director del seminario en 1993, cuando el seminarista Rubén Delcalzo habría sufrido algún tipo de acoso sexual por parte de Storni, tal como lo denunció ante el magistrado. Según Delcalzo cuando acudió ante el padre Sarsotti éste le sugirió no comentar con nadie el grave episodio.
Por otra parte, el cura Marcelo Mateo, ex secretario privado de Storni, se encuentra afectado por problemas de coronarias y su defensor, el mismo abogado del ex arzobispo, solicitó una postergación de la indagatoria del juez Julio César Costa. Jauchen, señaló a La Capital que la afección de Mateo es de vieja data que se agravó últimamente a causa de las tensiones que vive su cliente, y se lo internó preventivamente.