Año CXXXV
 Nº 49.635
Rosario,
viernes  18 de
octubre de 2002
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Corea del Norte posee al menos dos bombas de plutonio, según Washington
Pyongyang sorprende al mundo al admitir que tiene un programa nuclear secreto, violando un acuerdo de 1994

Washington. - La tensión retornó a las relaciones entre EEUU y Corea del Norte -uno de los países considerados por Washington como parte de un "eje del mal"- al señalar el Departamento de Defensa que el gobierno de Pyongyang "tiene una pequeña cantidad de armas nucleares", al tiempo que un funcionario que pidió el anonimato sostuvo que este país posee dos bombas producidas con plutonio. El secretario de Defensa, Ronald Rumsfeld, afirmó poco antes que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) calcula que Pyongyang tiene una o dos bombas nucleares a su disposición, y ese país admitió, según Washington, que ha desarrollado armas nucleares en secreto, violando un acuerdo de 1994.
"Calculamos que Corea del Norte reprocesó suficiente plutonio antes de 1994 como para construir una o dos armas nucleares", dijo el funcionario estadounidense que pidió el anonimato. Ante preguntas insistentes, agregó que Corea del Norte tiene dos bombas nucleares. El presidente George W. Bush calificó la noticia como "perturbadora".
"Bush considera que la admisión norcoreana sobre la continuación del programa es "preocupante y aleccionadora", dijo un portavoz oficial, Scott McClellan, al inicio de una breve visita presidencial por los estados de Georgia y Florida. Aún así, el vocero indicó que el mandatario estadounidense considera que la "seria violación" norcoreana de sus compromisos es diferente de la situación en Irak, un país gobernado por un "dictador homicida", y por ello se intentará buscar una solución negociada.
EEUU dijo el miércoles que al ser confrontada con evidencias, Corea del Norte reconoció que estaba operando un programa de enriquecimiento de uranio, en violación a un pacto de no proliferación de armas nucleares de 1994 que volvió a colocar a la península al borde de una crisis. La denuncia de Washington provocó demandas de Corea del Sur y Japón de que el hermético Estado comunista cumpla todas sus promesas nucleares y abra sus instalaciones a inspectores.

El vecino del sur
Diplomáticos y analistas académicos dijeron que una crisis podría obstaculizar un acercamiento entre las dos Coreas y sepultar las incipientes reformas económicas en Corea del Norte, además de deteriorar un ya amargo debate de campaña electoral en Corea del Sur acerca de la política hacia el Norte. Pero otros, entre ellos un asesor de alto rango del presidente surcoreano Kim Dae-jung, dijeron que la admisión norcoreana dos semanas después de reconocer el secuestro de ciudadanos japoneses hace varias décadas, fue otra señal de que el gobierno de Pyongyang quiere sostener conversaciones serias.
Según funcionarios estadounidenses, el enviado James Kelly presentó a los norcoreanos documentos obtenidos sobre las actividades nucleares durante una visita del 3 al 5 de octubre a Pyongyang, y Corea del Norte finalmente reconoció que tenía un programa de armas secreto. La visita de Kelly fue la primera desde que el presidente estadounidense, George W. Bush, asumió el cargo y dijo que Corea del Norte formaba parte de un "eje del mal" junto a Irak e Irán. La prensa norcoreana posteriormente acusó a Kelly de hacer "declaraciones muy arrogantes y amenazadoras" en Pyongyang.
Wim Sung-joon, el principal asesor presidencial surcoreano sobre seguridad nacional y política exterior, dijo a los periodistas que Kim conversaría sobre el tema con Bush y el primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, en una cumbre tripartita la semana próxima en México. "El presidente ve esto como un asunto grave y considera que es inaceptable bajo cualquier circunstancia que Corea del Norte desarrolle armas nucleares", dijo Wim a los periodistas.
Sin embargo, agregó que Corea del Sur veía la sorpresiva confesión norcoreana como la más reciente de una serie de medidas dramáticas que Pyongyang ha tomado este año para mejorar sus relaciones con el mundo exterior y reformar su descalabrada economía.
Pese al anuncio norteamericano, Corea del Sur y Japón declararon que continuarán con su acercamiento a Corea del Norte, mientras que China negó haber contribuido a la realización de ese programa atómico. La Cancillería surcoreana calificó de "muy seria" la supuesta admisión de su vecino comunista, pero dejó en claro que Seúl continuará con su política de diálogo y aproximación hacia Corea del Norte.
También Japón reaccionó con calma y prudencia, y prometió que también persistirá en sus esfuerzos para normalizar las relaciones con Corea del Norte.
Por su parte, China, que se declara "aliada" de Corea de Norte, preconizó el diálogo y la negociación sobre el programa de armamento nuclear norcoreano, agregando que estaba excluido que China hubiera contribuido a su desarrollo. (Télam, AFP y Reuters)



Foto de archivo de un reactor nuclear norcoreano.
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