Amia: la mujer de Telleldín negó que le pagaran por la confesión

La mujer de Carlos Telleldín negó ayer haber cobrado a cambio de la confesión en que su marido incriminó a policías bonaerenses en el atentado a la Amia, con lo que contradijo a su marido, quien sí confirmó que le pagaron 400 mil dólares en su declaración durante el juicio oral en su contra.
Además, los jueces del Tribunal se dedicaron ayer a remarcar baches y contradicciones que parece haberles dejado la versión que Ana Boragni dio sobre el 10 de julio de 1994, día en que según dijo policías se llevaron la Trafic usada en el ataque como parte de una extorsión.
"Yo no recibí ningún dinero, él habrá mandado a otra persona", aseguró ayer Ana Boragni en su tercer y último día de declaración como testigo, aunque no pudo explicar por qué el 5 de julio de 1994 abrió una caja de seguridad en un banco, fecha en la que su marido involucró en el atentado a policías bonaerenses.
Boragni quedó demorada a la espera de la declaración sorpresiva de una testigo de identidad reservada, "K" -Miriam Salinas- quien perjudicó a Telleldín en la causa. Ambas podrían ser sometidas a un careo.
Sobre el cobro de los 400 mil dólares, y otra vez jaqueada por las preguntas del juez Gerardo Larrambebere, la mujer admitió que el 5 de julio de 1996 se encontró en un banco de Ramos Mejía con dos supuestos "editores" quienes tenían que pagarle a cambio de un libro de Telleldín, operación que según ella no se concretó. "Uno se llamaba David, era canoso peinado para atrás, bien vestido, grandote y el otro estaba desaliñado", describió a regañadientes Boragni sobre estos misteriosos personajes.
Al negar haber recibido el pago, Boragni mantuvo lo dicho hace un año ante el juez Claudio Bonadío, quien investiga irregularidades en la pesquisa, y antes a su par Gabriel Cavallo, en la causa por el robo de un video donde Telleldín y el juez de la causa Juan José Galeano hablaban de esta recompensa. Así se alejó del falso testimonio.
"Yo no recibí dinero, habrá mandado a otra persona", dijo la mujer sobre ese cobro y su marido. Además, se mostró desmemoriada cuando se le hizo escuchar una conversación telefónica donde Telleldín indicaba qué hacer con una abultada suma, 200 mil dólares. El día del encuentro en el banco Boragni abrió una caja de seguridad con el propósito, dijo ayer, de depositar 45 mil dólares que tenía guardados en su casa. "Los gané en dos años en una casa de citas, donde en una noche mala ganaba 500 dólares y en una buena de fin de semana, 1000", detalló. (Télam)