"Es nuestro deber impedir que la lógica autoritaria de las imposiciones altere el funcionamiento institucional de la Facultad". Con estas palabras el decano de Psicología, Adelmo Manasseri, criticó a los integrantes del Centro de Estudiantes que mantienen tomado el bar de esa casa de estudios. El incidente ocurrió pocos días antes de ser adjudicado a un concesionario y en su reemplazo los estudiantes venden café y gaseosas en forma autogestionaria. "Pedimos el desalojo del lugar, para luego discutir los proyectos. Pero se nos acusa de representantes del Fondo Monetario Internacional", dijo ofuscado el decano.
El bar estuvo concesionado hasta agosto, pero desde entonces se transformó en una suerte de botín de guerra de los estudiantes. Previamente se había llamado a licitación para el reconcesionamiento del local y en la oportunidad se presentaron 12 ofertas.
El comerciante ganador de la compulsa de precios estaba a punto de firmar el contrato de adjudicación, pero 24 horas antes integrantes del centro de Estudiantes coparon las instalaciones. El objetivo: montar un bar autogestionario.
"Esto de tomar y después notificar no nos parece adecuado. Ahora nos vemos involucrados en una discusión con propuestas irreconciliables donde se valoran las cosas entre el campo de lo popular y lo antipopular", razonó Manasseri para agregar: "Si no se coincide con un proyecto ya somos considerados representantes del mal en la Argentina".
En un comunicado que difundió días atrás en Psicología, el decano exhortó "a retirarse voluntariamente del bar", pero advirtió que "la prédica no fue escuchada y se avanza -como si fuera un juego- en la ejecución de actividades que no fueron autorizadas".
Recuerdos del pasado
En una nota dirigida a la comunidad educativa, el decano calificó a la ocupación del bar como "inédita", pero aclaró que su metodología "no constituye lo nuevo, sino más bien evoca imágenes de un pasado violento y dictatorial que no queremos que vuelva".
Ayer, la confrontación llegó a niveles insospechados entre el decanato y los dirigentes universitarios. Bajo el título de "Los auténticos decadentes", las agrupaciones de estudiantes que tomaron el local acusaron al "radical Manasseri de transformar el paisaje cotidiano de la facultad en un bar al estilo Rock & Fellers". Y a renglón seguido señalaron: "No nos asombra, porque son estos mismos los que se vanaglorian de haber trabajado para que la Alianza sea gobierno".
Enterado de las acusaciones, Manasseri salió al cruce de los estudiantes. "A mí me secuestraron en la dictadura -recordó-, y donde está Rock & Fellers constituye un símbolo de la represión. He sido una persona que defendí siempre los derechos humanos, y creo que con esto sinceramente se les fue la mano".
Visiblemente ofuscado por el episodio, el decano de la Facultad de Psicología se preguntó: "¿En contra de quién están? Un concesionario no es la banca internacional".
Para Manasseri, la toma del bar "no le hace nada bien ni a la Universidad, ni a los universitarios, con quienes hemos intentado dialogar sin suerte".
Reafirmando sus dichos, el decano aseguró que "constituye un deber de quienes conducimos la Facultad, impedir que esta lógica autoritaria de las imposiciones tome la vida institucional e intervenga en lo académico".