Daniel Leñini / La Capital
El presidente de Puerto de Tarragona, Lluis Badía i Chancho, aseguró a La Capital que la firma invertirá "18 millones de pesos en el primer año" de la concesión de la terminal rosarina que técnicamente comenzó ayer al firmar el acta de posesión. Técnicamente porque en realidad hace tres meses que la firma comanda embarques. El directivo señaló que si bien "ya hay una parte hecha" del plan de obras, la compañía siente "la urgencia absoluta de terminar la cámara frigorífica para salir a competir por las cargas de fruta". Y que las restantes inversiones abarcarán la terminación del muelle nuevo, la refacción del segundo y la construcción de un silo para fertilizantes. "Hemos de dar servicios de primera calidad; entonces necesitamos la cámara frigorífica ya", expresó, castizo, Badía. "Pero de las obras ya hay una parte importante hecha para adelante y creo vamos a cumplir los 18 millones comprometidos para el primer año". Sobre la recuperación de cargas registrada este año -que necesitó emplear 900 estibadores- el directivo expresó: "Rosario ya tenía un mercado, sucede que no se había explotado. Nosotros siempre estuvimos convencidos que el mercado existía". Badía i Chancho fue ayer una de las figuras estelares en la ceremonia que presidió el gobernador Carlos Reutemann en la sede del Ente Administrador Puerto Rosario (Enapro). Otro fue el ministro de Política Territorial y Obras Públicas de Catalunya, Felip Puig Godés. Puig Godés -funcionario del prestigiado Jordi Pujol y de una zona de España reconocida por su producción- tuvo a su vez palabras muy precisas en diálogo con este diario: "No estamos haciendo aquí ninguna actuación folclórica o histórica, no estamos haciendo cooperación internacional: estamos compartiendo intereses. Desde (el gobierno de) Catalunya ayudaremos y potenciaremos esta iniciativa porque compartimos los intereses". El ministro catalán, tras definir a Puerto de Tarragona como un gran operador portuario por volumen, crecimiento e inversiones, advirtió que los pergaminos "no son suficientes para garantizar el éxito sino el apoyo institucional" que deberán dar los gobiernos local y catalán. "Tenemos que seguir trabajando todos", opinó, parado a un costado de Reutemann y del intendente local Hermes Binner. Dieciséis fueron los empresarios y funcionarios españoles que arribaron ayer a Rosario para el acto, sorprendidos gratamente -según relataban- por el recibimiento que les dio el ministro de Economía, Roberto Lavagna, el martes. La entrevista la había conseguido la titular del Enapro, María Herminia Grande, aprovechando el trato frecuente que supo ganar con Lavagna en el 2000 y 2001 cuando el funcionario argentino representaba al Estado argentino en Bruselas. El patio interno del Enapro donde ayer se realizó la ceremonia estuvo desbordado. Hubo empresarios, sindicalistas del gremio estibador y funcionarios. Además de los provinciales que acompañaron a Reutemann (empezando por el vice Marcelo Muniagurria) sorprendió la concurrencia casi completa del gabinete municipal: Binner ocupó el estrado, en tanto en los primeros asientos se ubicaron Antonio Bonfatti (secretario de Gobierno), Juan Carlos Zabalza (secretario general), Angel Sciara (Hacienda) y Miguel Lifschitz (Servicios Públicos). La concesión es por 30 años y el adjudicatario se comprometió a pagar un canon anual de 1,8 millón de pesos. El Enapro, que administrará ese dinero, seguirá cobrando el derecho de muelle que podrá reportarle otros tres o cuatro millones al año.
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