Apelan la liberación de tres policías en la causa de la triple violación

Una fiscal entendió que los sospechados, procesados por ilícitos reiterados, podrían eludir la acción de la Justicia

La fiscal Adriana Camporini se pronunció en contra del pedido de excarcelación de tres de los policías que, aunque no cometieron el delito más grave, estuvieron implicados en otros, al permanecer en la guardia la noche en que fue denunciada la triple violación de una adolescente de 16 años, en la comisaría 1ª. Por lo que, por ahora, seguirán detenidos.
La medida impide la liberación del sargento Carlos Puchot, del cabo Cristian Ernesto Segantini y del agente Diego Juárez. La fiscal Camporini la decidió en base a un artículo del Código Penal que impide ese beneficio cuando los imputados están sospechados de varios delitos cometidos en forma reiterada. El apartado legal también alude a que no se conceda la libertad cuando, por la magnitud del daño causado, sea presumible que los sospechados intentarán eludir la acción judicial.
Una de las abogadas de la chica denunciante, Ana Oberlin, había mostrado su disconformidad, el viernes pasado, porque en los procesamientos no se había incluido al sargento Carlos Puchot como partícipe necesario de la violación. Decía Oberlin que en la instancia de instrucción se acopiaron pruebas de que Puchot, que estuvo en la guardia la noche de la agresión sexual presunta, no había intervenido para impedirlas. "Gracias a que él se quedó a cargo de la guardia, lo que no era su función, las violaciones pudieron concretarse. Además entendemos que él permitió, en su presencia, que otros policías llevaran a la chica a un lugar donde no hay acceso al público", agregó. Y remarcó que ser partícipe necesario implica una cooperación sin la cual el delito no se habría podido cometer. "El dictamen de la fiscal es una muy buena noticia. Un acto que busca ir hasta el fondo. Porque si no hubo participación, hubo encubrimiento", subrayó.
Al sargento Puchot le habían imputado la violación de sus deberes y la participación primaria en la detención ilegal, la madrugada del 26 de julio, de un chico llamado Ezequiel que estaba con la adolescente agredida. Al cabo Segantini lo procesaron por incumplimiento de deberes de funcionario, al no registrar la detención en el libro de guardia de la 1ª, y por tentativa de extorsión. Y al agente Juárez, además del incumplimiento de deberes, por privación ilegal de la libertad y vejaciones ilegales.
La fiscal pidió la revocatoria de las excarcelaciones en el artículo 338 inciso 2 del Código Penal. Si el juez rechaza su dictamen, la Cámara de Apelaciones decidirá si procede que los policías sigan presos o no.
En la seccional 1ª, la noche de las violaciones que el juez Adolfo Prunotto Laborde dio por acreditadas, la chica permaneció varias horas. En esa circunstancia dos policías le pidieron que se comunicara con la madre de su amigo para pedirle 200 pesos para su liberación. Y luego uno de ellos la trasladó a un cuarto posterior donde, según se definió en la instrucción, fue violada por tres policías.
Los tres policías procesados por violación calificada son el oficial ayudante Juan Manuel Morales; el oficial subayudante Fabián Ibarra y el cabo Ariel Canelo.
También quedó procesada la agente Gabriela Scaravilli por incumplimiento de deberes y participación de la detención ilegal, aunque cuando la chica fue sometida ella ya había dejado su puesto. Y el ex jefe de la seccional, comisario principal Alfredo Porta Guardia, a quien el juez le imputó no haber investigado y denunciado penalmente lo que le informó la sargento Mirta Gallardo acerca del robo de un arma y de 200 pesos a Ezequiel, amigo de la víctima, concretado por el sargento Oscar Olmedo. Este era subordinado de Gallardo en la custodia del Concejo Municipal. Y aquel hecho explica como la chica, aunque del libro de guardia fuera irregularmente omitido, llegó a la comisaría.

La fiscal hizo hincapié en los múltiples delitos.