Jorge Salum / La Capital
Un año de prisión efectiva, que cumplirá por las noches para no afectar su vida familiar y su trabajo. Es la pena que deberá cumplir un conductor desaprensivo por haber embestido y matado a una pareja en 1997, además de indemnizar económicamente a los padres de las víctimas.
El chofer había sido condenado por el juez Julio García a dos años de prisión de cumplimiento efectivo y 10 años de inhabilitación para manejar, pero sus abogados pidieron una revisión del caso y ahora la Sala I de la Cámara Penal morigeró la pena. Según el fallo, no irá a la cárcel para no mezclarse con delincuentes comunes aunque los camaristas no especificaron dónde cumplirá la pena.
La sentencia cierra definitivamente un caso ocurrido el 28 de septiembre de 1997. Ese día era domingo y llovía. Carolina Aguirre y Alfredo Alcaraz caminaban por la banquina de la avenida de Circunvalación cuando algo los embistió violentamente. Murieron en el acto y el conductor del vehículo que los atropelló, Horacio Ernesto López, no se detuvo para auxiliarlos.
Lo detuvieron 15 días más tarde gracias al relato de un testigo que pudo describir cómo era el vehículo: se trataba de un colectivo, que su conductor dejó abandonado en una estación de servicios de Tandil, en la provincia de Buenos Aires, luego de reparar los daños provocados por el impacto en un taller mecánico de Rosario.
El hombre fue detenido y luego excarcelado. Eso sí: el juez García le prohibió que volviera a manejar y que se alejara de la ciudad mientras durara el proceso. Desobedeció ambas órdenes y por eso volvieron a detenerlo, aunque a los pocos días recuperó la libertad.
En septiembre del año pasado García lo condenó por doble homicidio culposo y lo sentenció a dos años de prisión efectiva, algo poco frecuente en este tipo de casos. El magistrado justificó su decisión en la conducta posterior del homicida, que huyó sin brindar ayuda a las víctimas e intentó borrar las evidencias que lo comprometían.
El pedido de revisión formulado por sus abogados surtió efecto. Si bien la Sala I de la Cámara Penal confirmó la condena, también redujo el monto de la pena y la modalidad de su cumplimiento.
Según el camarista Ernesto Pangia, autor del fallo, está ampliamente probado por la investigación judicial que el chofer conducía a gran velocidad y sin el menor cuidado cuando atropelló a la pareja. Y sus colegas Alberto Bernardini y Eduardo Sorrentino coincidieron. Para ello tuvieron en cuenta una frase que está en el expediente y que fue pronunciada por la esposa de López, quien iba a bordo del vehículo con él: "Sentí un golpe, como si nos hubiésemos llevado a alguien por delante". Esos dichos, para los magistrados, son un indicio más de la autoría del acusado.
Aguirre tenía 18 años y Alcaraz tenía 24. Cuando murieron caminaban juntos por la banquina de la avenida de Circunvalación y él empujaba una bicicleta. Tal vez ni alcanzaron a darse cuenta de que un micro se les fue encima. Murieron en el acto mientras el Scania continuaba su marcha.
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La Ciudad
