Año CXXXV
 Nº 49.633
Rosario,
miércoles  16 de
octubre de 2002
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En el Nación los jubilados dejan sus huellas digitales para cobrar

Los jubilados que cobran en las 17 sucursales locales del Banco Nación se sienten agredidos. La entidad implementó un nuevo sistema para abonar sus haberes al igual que los subsidios para desocupados y sueldos de jefes de hogar desempleados. Desde ahora, deben estampar la impresión digitopulgar derecha en el comprobante de pago.
Los jubilados ya comenzaron a manifestarse haciendo pública su queja. Pero fueron más allá, y desde los distintos centros que los nuclean concurrieron a emitir su protesta a las autoridades de la entidad financiera estatal.
Se evidenciaron "burlados" y sostuvieron que "esta situación se asemeja al trámite legal obligatorio de las personas sospechadas de haber cometido un delito que tienen que enfrentarse a la policía".
En el banco, en tanto, indicaron que la disposición obedece a un modo de llevar más seguridad a los propios jubilados. "Hemos tenido reiteradas estafas con falsificación de documentos de identidad. Entonces, a fin de evitar inconvenientes en el próximo pago se instrumentó esto que resulta bastante rápido", explicó a La Capital el gerente zonal del Nación, Luis Acevedo.
En los últimos tiempos, las falsificaciones se convirtieron casi en moneda corriente. Y se sucedieron hasta los hechos más insólitos. "En una oportunidad fue fraguado un documento que tenía el domicilio actualizado de la persona engañada y, en cambio, esa actualización no figuraba en el original", dijo el funcionario antes de agregar: "Ya no sabemos cómo atajarnos".
Estas situaciones obligan al banco a radicar denuncias penales por lo que los jueces suelen convocar a los empleados bancarios, únicas personas visibles de las denuncias. "Se les hace tocar el pianito y el personal pone el grito en el cielo", comentaron desde la entidad.
Luego de las quejas provenientes de distintos centros de jubilados, las autoridades bancarias se comprometieron a buscar alguna alternativa para evitar "que no se sientan mal anímicamente por dejar sus huellas digitales".
El procedimiento es simple. Consiste en colocar la impresión al lado de la firma en el momento del pago. La cuestión radica en que si "en el día de mañana surge un inconveniente, se podrá determinar rápidamente que el documento ha sido falsificado", dijo Acevedo.


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