Año CXXXV
 Nº 49.633
Rosario,
miércoles  16 de
octubre de 2002
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Contra el hambre
Con el asesoramiento de una entidad mendocina, Fundación Camino implementará en Rosario programas de prevención de la desnutrición

El año próximo comenzará a funcionar en nuestra ciudad el primer centro de prevención de la desnutrición, conforme una iniciativa de la Fundación Camino, que apunta a solucionar la carencia de alimentos desde la educación. "No me falta la comida, pero igual tengo gente desnutrida", afirmó una de las líderes comunitarias que trabaja en un comedor, enfatizando el objetivo de trabajar el aspecto educativo del problema.
"La desnutrición es consecuencia de la pobreza extrema", es el lema de la Fundación Conin que funciona en Mendoza, institución que cuenta con centros de prevención y de recuperación en esa provincia (ver recuadro). Expertos de Conin estuvieron en Rosario a solicitud de la Fundación Camino para desarrollar la primera etapa de un curso de capacitación para líderes comunitarios, profesionales y voluntarios, con vistas a la implementación del programa preventivo. La capacitación constituye la primera etapa del proyecto.

Daños irreversibles
En los últimos meses, en Argentina la desnutrición superó el 20%, según datos del Centro de Estudios sobre Nutrición Infantil (Cesni). Esto redundará en que un 20% de los habitantes del futuro tendrán problemas neurológicos y daños irreversibles a nivel cerebral.
Conin se propone disminuir estas cifras, primero desde Mendoza y luego en todo el país. La institución afirma que no es la carencia de alimentos la principal causa de la desnutrición, sino el alcoholismo, el analfabetismo y el desempleo, entre otros factores, que influyen negativamente en los padres para la satisfacción de las necesidades básicas de la familia.
Por eso, los centros Conin no son comedores. "Educamos a los padres para que salgan de la situación de indigencia, a la vez que estimulamos a los niños", explicó la directora del centro mendocino, Graciela Baccarelli.
Con la misma metodología de trabajo, Fundación Camino proyectó el primer centro de prevención de la desnutrición que comenzará a funcionar en marzo del año entrante en un terreno anexo a la capilla San Guillermo Abad, en Manuel García y Ghiraldo (Parquefield).

Camino uno
El centro "Camino uno" comenzará a desarrollar un programa que involucra a las familias en riesgo social, mujeres embarazadas y chicos de 0 a 5 años. "Apuntamos a que la familia pueda salir de la pobreza, acceder a la educación y mejorar la calidad de vida", explicó Susana Morando, coordinadora del centro que funcionará en Rosario. Las actividades propuestas ponen el énfasis en la mujer y apuntan a que ella sea estimuladora y promotora de la salud de sus hijos. Así, mientras la madre asiste a los talleres de nutrición, ropero comunitario y lecto-escritura, entre otros, los niños acuden al jardín de infantes donde recibirán estimulación temprana, asistencia fonoaudiológica y psicopedagógica. Mientras los niños reciben una alimentación saludable, las mamás aprenden la mejor forma de cocinar los alimentos.
La tarea se llevará a cabo a partir del trabajo interdisciplinario con nutricionistas, psicopedagogos, psicólogos, trabajadores sociales y pediatras. "Establecimos dos áreas de trabajo bien diferenciadas: asistencia primaria integral, donde se desempeñarán médicos, psicólogos, nutricionistas y el laboratorio de análisis clínicos primarios, y la capacitación para prevenir la desnutrición, a cargo de asistentes sociales", explicó Gilda Illuminati, coordinadora general del proyecto.
El arquitecto responsable de la construcción del centro en Rosario, Marcos Baraldi, comentó que el lugar "tendrá 120 m2 cubiertos, con una gran sala de espera y dos consultorios desmontables que conformarán una gran sala".
Dos empresas privadas tendrán a su cargo la subvención económica del proyecto y los destinatarios de los diferentes servicios deberán hacer algún aporte, sea material o mediante una tarea. "Se busca establecer un compromiso con la persona asistida, de manera que quienes participen colaboren con un aporte mínimo. No queremos que sea asistencialismo puro", aclaró Morando.
Si bien "Camino uno" trabajará con algunos profesionales en forma permanente, el programa contará con voluntarios. "Si el primer intento sale bien, la idea es replicar un centro en cada distrito", afirmó la presidenta de la entidad, Ivonne Rouillón, quien a la vez sueña con la construcción de un hospital para la recuperación de desnutridos.

Proyecto nuevo
La directora del centro de prevención mendocino, Graciela Baccarelli, adelantó a La Capital los proyectos de Conin en Mendoza. Uno consiste en la construcción de un barrio modelo con huerta comunitaria, centros educativos y de capacitación. El proyecto será realidad a partir de la donación de un particular quien afrontará la construcción de 30 viviendas. "Es una experiencia piloto -explicó Baccarelli-. La idea es modificar la vivienda, ya que si el lugar donde habita la familia no cuenta con agua potable, entre otras cosas, es muy difícil que la mamá pueda cambiar hábitos de higiene o cocinar más saludablemente".
Al mismo tiempo Conin organiza una campaña para hacer llegar la leche a toda la provincia y trabaja en un proyecto para fortificar la harina con hierro que permitiría combatir la anemia, una de las deficiencias nutricionales más comunes.



Las madres aprenderán nutrición y cocina.
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