Mauricio Tallone / La Capital
Cuentan los amigos más cercanos a César Luis Menotti, esos que conocen al dedillo el carácter del Flaco, que el entrenador de Central necesitaba silenciar su dialéctica por unos días para atenuar la calentura que le provocó la flojísima actuación de su equipo ante Arsenal. Por eso decidió inmiscuirse en su laberinto las últimas 48 horas y por eso recién ayer cumplió con la palabra empeñada de dar explicaciones que formatearon a este equipo agobiado por la crisis. Menotti se alió al discurso de la conveniencia para no abundar demasiado acerca del presente de sus dirigidos, pero en un punto del contacto periodístico no necesitó que se le completara la pregunta sobre la renuncia de Zamora para que activara su ego y marcara su territorio. "A mí no me va a pasar lo que le pasó a Zamora, yo tengo más experiencia que el Negro. No les voy a dar el lujo de que me puedan echar", se despachó el Flaco sin dar pasos en falso en el camino de su futuro, y después sí se sumergió de lleno en la problemática de su equipo. -Después de tomarte dos días para encontrarle explicaciones a la mala actuación de Central ante Arsenal, ¿qué análisis hacés de la derrota? -Ninguna, yo no hago análisis de la actuación de mis jugadores ante la prensa. Estoy pensando en el partido ante Talleres, todo lo demás ya lo hablamos entre nosotros. -Pero al menos quedaste preocupado con la actuación del equipo. -Preocupado estoy todas las semanas. Cada vez que vengo a entrenar, por eso no es ninguna novedad que esté preocupado. A veces estoy triste porque no ganamos y a veces estoy feliz porque ganamos. -Entonces ahora se puede decir que estás más preocupado que de costumbre porque el equipo jugó realmente mal. -Jugamos muy mal y punto. Y para eso no existe otra solución que resolver las cosas que nos pasan. Ante Arsenal jugamos esos partidos en que las cosas no se dan. -¿Coincidís en que el equipo cometió más errores que los habituales? -Es probable. -No hay una razón para explicar por qué pasó eso. -Hay razones que pertenecen a mí y a la intimidad del plantel. -¿Ni siquiera podés reconocer que el equipo jugó muy mal en defensa? -No hago análisis con la prensa de mis jugadores ni de mi equipo. -Pero en otros partidos sí compartiste con los periodistas el análisis del partido que había jugado tu equipo. -No, nunca. Además acabo de decir que jugamos mal. Ustedes me hacen preguntas concretas y yo contesto. Cuando los jugadores no merecen elogios, el culpable de eso soy yo. Soy el único responsable de lo que pasa. -¿Pero a vos para qué te trajeron, para armar un equipo de fútbol o para salvarlo del descenso? -Eso habría que preguntárselo a los dirigentes. Yo vine para tratar de armar un equipo. Y en eso de armarlo está sacar puntos por la situación de Central. Nuestra campaña está de acuerdo con las expectativas. Si hacemos como en los exámenes y sumamos y dividimos por cantidad de partidos, creo que nosotros tenemos un aprobado. Ahora si pretendemos ser los abanderados del curso, todavía no lo somos. -¿Por qué decidiste trabajar a puertas cerradas durante la semana? -Porque creo que el plantel necesita tranquilidad y no estar todos los días contestando y hablando cosas que tal vez no lo ayudan para resolver este momento. -Pero estas decisiones no condicen demasiado con el estilo de trabajo que siempre profesaste. -No, pero esta es una semana especial. Es probable que esto se modifique la semana que viene, así estamos todos tranquilos. -¿Con cuántos puntos te gustaría terminar el torneo? -Con 32, ese es el número que siempre juego a la quiniela (risas).
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