Algunos de los principales futbolistas ingleses de raza negra se reunirán para discutir la posibilidad de boicotear los partidos que se jueguen en Europa, a menos que se tomen decisiones para combatir más firmemente el racismo en los estadios. La determinación llega luego de las agresiones racistas que sufrieron los jugadores de la selección de Inglaterra Emile Heskey y Ashley Cole durante el partido del pasado sábado ante Eslovaquia, en Bratislava, por las eliminatorias para la Eurocopa de Portugal 2004. Además, durante esta temporada, jugadores negros del Ipswich Town, Fulham y Arsenal recibieron agresiones similares durante cotejos por la Copa Uefa y la Liga de Campeones. Heskey sostuvo que el abuso racista que sufrió en Brastislava fue el peor de toda su carrera. "Uno escucha la agresión racial. No fue solamente una parte del público, sino el estadio entero", dijo el delantero del Liverpool. Los jugadores de raza negra se contactaron con Kick it Out, la principal organización de fútbol británica antirracismo, ya que se cansaron de la pasividad de la Unión Europea de Fútbol Asociado (Uefa). Sir Herman Ouseley, presidente de Kick it Out, manifestó: "Los jugadores negros ya están cansados del abuso racial. Sienten que no se hace nada al respecto y que no hay suficiente esfuerzo para eliminar el racismo del continente". "No se trata solamente de lo que sucedió el pasado fin de semana durante el partido de Inglaterra ante Eslovaquia. Muchos jugadores negros son agredidos constantemente cada vez que juegan en Europa", agregó Ouseley. "Los jugadores negros se mostraron reacios a tomar acción en este tema, ya que creen que su trabajo es jugar al fútbol. Pero esto viene sucediendo desde hace mucho y ellos deben hacer algo al respecto. Si las autoridades no hacen nada, entonces los jugadores entrarán en acción", señaló el titular de Kick it Out. El delantero francés del Arsenal Thierry Henry ya amenazó con no jugar si vuelve a ser agredido racialmente por los hinchas, luego de sufrir el abuso de la parcialidad del PSV Eindhoven holandés, durante la Liga de Campeones de Europa. El club holandés fue multado con 20.500 dólares por la Uefa, que el pasado fin de semana publicó un plan con diez directrices, con el fin de fortalecer la acción contra el racismo en el fútbol europeo. El plan incluye medidas como el castigo a los cánticos racistas, la prohibición de venta de literatura racista dentro del estadio y en sus alrededores, la eliminación de todas las inscripciones racistas, además de proponer una estrategia conjunta entre dirigentes y policías para eliminar la discriminación y el abuso racial. De todas formas, Ouseley no cree que el organismo rector del fútbol europeo esté haciendo lo suficiente. "La Uefa debe castigar a los clubes y a las asociaciones nacionales más severamente", sostuvo. (Télam)
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