Tras nueve siglos, cambia el modo de rezar el Rosario

El Papa lo anunciará hoy. Se agregarán cinco "misterios de la luz", sobre la vida pública de Jesús, a los quince actuales

El Rosario, la práctica de devoción más conocida por los mil millones de católicos, cambiará por primera vez en nueve siglos a partir de hoy, cuando el Papa anuncie en la audiencia general de los miércoles un nuevo documento apostólico que agrega cinco "misterios de la luz" a los quince ya existentes, elevando a 200 los rezos del Ave María. Hoy, Juan Pablo II cumple 24 años desde que fue elegido Papa -el 16 de octubre de 1978- e iniciará su 25º año de pontificado, el quinto más largo en la bimilenaria historia de la Iglesia.
La novedad sobre el Rosario es histórica para los católicos. El rezo en su forma actual no había sido cambiado desde la época medieval, cuando Santo Domingo organizó el rito tal como lo conocen hoy los fieles. Los nuevos cinco Misterios de la Luz, según trascendió, se refieren a la vida pública de Cristo: el Bautismo en el río Jordán, las tentaciones en el desierto, el Anuncio del Reino, la Transfiguración y el Ingreso en Jerusalén. Los misterios del Rosario quedan divididos, entonces, en cuatro: Gozosos, Dolorosos, Gloriosos y los Misterios de la Luz.
El Rosario tiene a su vez la siguiente estructura: la enunciación del Misterio seguido de una breve pausa de meditación del Misterio mismo; el Padre Nuestro; el Ave María, que se repite diez veces, y el Gloria. Los cinco Misterios de la Luz serían rezados en el Rosario dominical.
En el documento se propondrá la oración de los cinco Misterios Gozosos, que se refieren al nacimiento y la infancia de Cristo, los lunes y jueves. Los cinco Misterios Dolorosos, de la Pasión y la Muerte de Jesús, seguirán reservados para los martes y los viernes. Los Misterios Gloriosos no se rezarán más los domingos, sino los miércoles y los sábados. Ellos abarcan la Resurrección de Jesús y la Asunción de María.
Juan Pablo II había hablado del documento que anunciará mañana el 29 de setiembre pasado, antes de rezar el dominical Angelus, refiriéndose a la importancia de estas oraciones para invocar la paz en el mundo. El Papa dijo entonces que preparaba una carta apostólica para "redescubrir la belleza y la profundidad del Rosario. Cuánta paz sería asegurada en las relaciones familiares si se volviera a rezar el Santo Rosario en familia", agregó.
Rosario quiere decir "Corona de rosas" y Santo Domingo lo organizó como potente instrumento de intercesión ante Dios contra la herejía de los albigeses. Pero en la Iglesia hay muchos estudiosos que señalan que el Rosario es una forma devocional mucho más antigua. Su rezo sería paralelo a la recitación de los cincuenta padrenuestros de la época de la orden de los Templarios y de los monjes de Cluny (Francia).