Los militares estadounidenses están buscando en sus propias filas indicios que los lleven a encontrar al francotirador que hace casi dos semanas mantiene atemorizada a la ciudad de Washington. La policía pidió tanto al Ejército como a la Marina que revisen las actas en busca de ex empleados con formación de francotirador en los alrededores de Washington y que estén atentos a posibles ausencias sin motivo aparente de algún empleado o a algún comportamiento extraño.
El desconocido asesinó desde el 2 de octubre a ocho personas e hirió a otros dos. En base a su forma de proceder y habilidad para disparar, la policía supone que tiene formación militar.
También se dijo que podría tratarse de un soldado que recientemente haya sido despedido contra su voluntad, aunque por ahora estas medidas no aportaron resultado alguno. De fuentes del Pentágono trascendió que no existen sospechas concretas con respecto a algún miembro de las Fuerzas Armadas.
Las autoridades confirmaron que las pruebas balísticas mostraron que en el ataque del viernes pasado, así como en los anteriores, se usó el mismo tipo de rifle. El sábado y el domingo no se reportaron ataques de este tipo, algo que remite al fin de semana anterior.
En el laboratorio, los análisis arrojaron que los cartuchos utilizados en los ataques coinciden con los que se utilizan en un rifle calibre 223. Se trata de un arma muy popular entre los cazadores y en relativamente poco tiempo se puede aprender a manejarla.
Cancelan actividades públicas
Las personas que viven cerca de Washington han estado nerviosas y muchas han desistido de sus actividades cotidianas, o bien las redujeron. Partidos de fútbol previstos para el fin de semana en establecimientos escolares fueron cancelados e inclusive los comercios registraron una baja de clientes.
En tanto y pese a que hasta el momento las más de mil personas que están a la búsqueda del asesino no habían dejado entrever que tuvieran una pista concreta, la policía dijo que está avanzando con las investigaciones.
Hasta el momento, la policía no difundió oficialmente un perfil del atacante. El único indicio que reveló algo del desconocido es una carta de Tarot hallada en uno de los lugares donde perpetró los ataques, y que llevaba la inscripción manuscrita "Yo soy Dios".
Según se indicó, cientos de rastros remiten a la pequeña camioneta blanca que fue vista en los sitios donde el desconocido perpetró los primeros ataques. La publicación de imágenes, el sábado, del que posiblemente sea el coche en el que huye el agresor desató una avalancha de llamadas, pero ninguna pista concreta. En tanto la recompensa para quien aporte indicios que permitan dar con el francotirador llegó a medio millón de dólares gracias a donaciones privadas.
Tras la difusión de las fotos, que muestran un pequeño camión blanco, la policía amplió sus investigaciones a un total de tres vehículos. Junto al pequeño camión, testigos oculares declararon haber visto en las cercanías de los lugares en que se produjeron los primeros asesinatos una camioneta de reparto blanca con una escalera en el techo así como un coche de color borgoña. (DPA)