El vicejefe de gabinete, Eduardo Amadeo, confirmó ayer que el presidente Eduardo Duhalde analizó el "borrador" de una carta de intención con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por un plazo que no quiso anticipar, al tiempo que ratificó que en ese documento no se menciona ningún nuevo pedido de ajuste. "Nadie debe esperar ajustes adicionales a los que ya hemos hecho en el pasado", dijo el funcionario.
Amadeo admitió que "se está negociando en este momento por cuánto tiempo" regirá el acuerdo, y reveló que se analiza también la posibilidad de que al próximo presidente no se le acumulen los vencimientos del pago de intereses de la deuda externa argentina.
De todos modos, en el Palacio de Hacienda se indicó que el borrador que trajo de Washington el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, "no va a ser la última versión", ya que podrían realizarse algunas modificaciones.
En rigor, el ministro Lavagna; los secretarios de Finanzas, Guillermo Nielsen, y de Política Económica, Oscar Tangelson, y otros miembros del equipo económico estuvieron reunieron ayer durante más de cuatro horas en el Palacio de Hacienda para analizar los detalles del borrador que redactaron en Washington los técnicos del Fondo Monetario, explicaron fuentes de Economía. El borrador, fue presentado ayer por Lavagna a Duhalde, quien consideró que el aspecto técnico de la negociación está "prácticamente terminado".
Varias versiones
Respecto de las características que tendrá el nuevo texto de la carta de intención, Amadeo, recalcó que que "no va a haber ni más precondiciones ni más ajustes" para alcanzar un acuerdo de asistencia financiera con el Fondo.
"Se trata de fijar metas comunes de crecimiento, de inflación, de manejo de las variables fiscales y monetarias para el resto del año que viene, pero no va a haber ni más precondiciones ni más ajustes", insistió.
El funcionario precisó que "en las próximas horas (el ministro) Lavagna y el presidente Duhalde decidirán si ese borrador es aceptable y debería empezar la redacción de la carta definitiva".
El gobierno argentino busca un crédito "stand by" del FMI para refinanciar los vencimientos que operan este año y el próximo, y no caer así en default con los organismos multilaterales. Por eso, uno de los temas cruciales de la carta de intención son los plazos del stand by, puesto que el equipo económico intenta que el acuerdo se rubrique hasta diciembre del 2003, hecho que se encuadraría en los términos administrativos del organismo, que contempla que este tipo de préstamos se otorgan entre 12 y 14 meses.
El equipo económico procura que el FMI reintegre los más de 3.000 millones de dólares que el país ya pagó con reservas desde enero, dinero que podría emplearse para financiar a las provincias que hayan cumplido con el compromiso de recortar en un 50% su déficit fiscal.