Año CXXXV
 Nº 49.632
Rosario,
martes  15 de
octubre de 2002
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"Nadie sabe a ciencia cierta qué es lo que le puede gustar a la gente", sostuvo
Diego Peretti habla de "Taxi, un encuentro", ganadora en Viña del Mar
El actor sostuvo que el filme, ópera prima de Gabriela David, no subestima la inteligencia del espectador

Fernando Toloza / Escenario

Diego Peretti hizo su primer protagónico en cine en "Taxi, un encuentro", que el fin de semana pasado se llevó el premio mayor del Festival de Cine de Viña del Mar, Chile. El actor, que llegó a la popularidad a través de su personaje del Tarta en "Poliladron" y otros programas de la productora Pol-ka como "RRDT", "Campeones" y "Culpables", negó que el filme sea una versión argentina del "Taxi driver" de Martin Scorsese y aseguró a La Capital que la película gusta porque no subestima la inteligencia del espectador.
-"Taxi" es tu primer protagónico en cine. ¿Era algo que estabas buscando?
-La verdad es que no lo buscaba, ni lo esperaba. Me llegó por intermedio de un guión que me dio a leer la directora Gabriela David y que me gustó mucho. Desde la primera lectura quise filmarlo. Se lo dije a la directora y nos pusimos en campaña para hacer la película.
-¿Tu personaje en la película se puede definir como un ladrón solidario?
-No, es un ladrón de autos que en la peripecia de uno de los robos que realiza se encuentra con una chica que está en graves problemas. Dentro de cómo soluciona la situación se pueden ver ciertos valores solidarios, pero no se lo puede calificar como un "ladrón solidario". En todo caso, son un ladrón y una chica que se encuentran y la película habla de una solidaridad que aun en la marginalidad se mantiene.
-¿En tus personajes anteriores a la película siempre hay un perfil de buen tipo?
-Sí, aunque en "Culpables" más o menos, pero en los demás la amistad era algo que estaba muy presente. En el caso de "Taxi" es un ladrón y no es un personaje esencialmente bueno.
-¿De dónde le viene la locura de ser taxista?
-Roba el auto y como no encuentra a la gente que se lo compra en el desarmadero, mira el taxi y, con el cuidado que la situación requiere, se lo pone a laburar un poquito. Dentro de ese laburar se encuentra con la chica.
-La mayoría de "Taxi" transcurre en situaciones nocturnas. ¿La película te hizo descubrir algo nuevo sobre la noche?
-Trabajar de noche en Buenos Aires es como trabajar de noche en cualquier lado. Es muy particular y al estar durmiendo todo el mundo, parece que la ciudad es de uno. Por ejemplo, a la madrugada parábamos a comer en el medio de la avenida 9 de Julio. Fue una cosa muy rara. A pesar de laburar de noche toda la filmación transcurrió en forma muy relajada y con mucha concentración en la historia que estábamos contando. Terminamos con un poquito de sueño pero bien.
-¿Estar dirigido por una mujer es distinto a serlo por un hombre?
-Es la primera vez que trabajo con una directora mujer, pero no noté nada especial o distinto a cuando trabajás con un director hombre. Pero no tengo la experiencia suficiente para establecer una diferencia entre la dirección masculina y femenina en el rodaje. Sí puedo decir que Gabriela David era una directora que tenía todo muy claro, y eso es lo importante, más allá del género masculino o femenino.
-El Tarta, tu personaje en "Poliladron", es el más recordado por el público. ¿Te costó dejarlo atrás?
-La gente me sigue conociendo como el Tarta, y por Buenos Aires en la calle muchas veces me llaman así. Me parece bien, es un personaje que pegó mucho y demuestra el alcance que tiene la televisión. Todo "Poliladron" fue un fenómeno importante y a la gente le quedó grabado.
-¿Con qué engancha "Taxi, un encuentro" a la gente?
-Es una película bien narrada, entretenida, con personajes creíbles y con un franco sabor esperanzador. No subestima la inteligencia de los eventuales espectadores y con armas muy lícitas y lúcidas logra un muy buen nivel. El cine es muy difícil, porque nadie sabe a ciencia cierta qué es lo que va a atraer a la gente y llevarla a las salas. Espero que se comunique bien, para le gente sepa que existe la película.
-¿Tenés planeado hacer algo en teatro?
-No, por ahora hay algunas charlas pero nada concreto.
-¿Cómo llevás la relación entre teatro y televisión?
-El teatro es un público más reducido. En un día de televisión podés llegar a reunir a un público que en teatro te llevaría cinco años con dos funciones por día. El teatro me aporta desahogo. Cuando encontrás un personaje interesante, hacer teatro todas las noches es como una terapia. Después están las diferencias técnicas.
-Se dice que la película es un "Taxi driver" argentino.
-No, te dijeron mal. Primero porque "Taxi driver" es una obra de arte mundial. Es como compararte a vos con Truman Capote. La película de Gabriela David es muy buena, pero "Taxi driver" aparece uno cada 30 años. La temática tampoco es igual, porque el conductor de "Taxi driver" es un taxista y mi personaje agarra un taxi sólo eventualmente. Aparte el personaje de De Niro tiene una explosión psicológica al final y el de "Taxi, un encuentro" va por otro camino. En lo que puede parecerse es en la fotografía de una ciudad con personajes solitarios. En la poesía puede haber un parentesco, pero no en el argumento. Hay una película de Jim Jarmusch, "Una noche en la tierra", que transcurre de noche y los personajes son taxistas, con la que también se podría encontrar un parecido, y otras que transcurran de noche en una ciudad. Entiendo la comparación en cuanto al tono, pero el fondo es distinto.



Peretti encarna a un ladrón convertido en taxista.
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