Responsabilizan a estudiante por un terrible atentado en Helsinki

El muchacho construyó una bomba siguiendo instrucciones de Internet y la hizo explotar en un shopping

La explosión en un centro comercial de Helsinki, que causó la muerte a siete personas, fue obra de un estudiante de química finlandés que actuó por cuenta propia. El joven, de 19 años, construyó el dispositivo explosivo según instrucciones obtenidas en Internet.
La explosión del viernes por la noche en el segundo mayor centro comercial de Finlandia hizo que un gran techo de vidrio se viniera abajo. Murieron una niña de cinco años, tres mujeres, dos hombres y el autor del atentado. Alrededor de 85 visitantes del centro comercial Myyrmanni sufrieron heridas.
Los motivos del estudiante, quien no contaba con antecedentes criminales, siguen siendo un misterio para los investigadores. La bomba, de un peso de dos a tres kilos y llena de perdigones, fue detonada cerca de una escalera donde un payaso repartía globos a un grupo de niños.
La policía pudo reconstruir el antes, durante y después del hecho gracias a las grabaciones tomadas por las cámaras del centro comercial, aunque aún no hizo muchos comentarios sobre esto ni sobre el resultado del registro de la vivienda de los padres del estudiante.
"No descartamos ninguna posibilidad", explicó el jefe de las investigaciones, Tero Haapala. Sin embargo, están seguros de que el estudiante actuó solo.
Los medios finlandeses descartan que se haya tratado de un atentado terrorista con motivos políticos. Las explicaciones enumeradas van desde deseos de muerte y venganza desconocidos a la posibilidad de que la bomba, con la que el estudiante quizá sólo quería causar su propia muerte, haya sido detonada accidentalmente.
La policía ratificó que el autor del atentado, cuyo cuerpo quedó irreconocible, no conocía a ninguna de las víctimas personalmente. Sus parientes dijeron que estaban absolutamente sorprendidos y que no tenían explicación a este hecho.
De los 85 heridos, 33 aún recibían ayer tratamiento en el hospital, aunque la vida de ninguno de ellos corría peligro. La onda expansiva de la explosión destruyó un techo de vidrio de 300 metros cuadrados, que cayó sobre las personas que se encontraban allí. Entre ellos había ocho niños de entre tres y diez años.
El primer ministro finlandés, Paavo Lipponen, habló de un "crimen sin igual". Sin embargo, está "de alguna manera aliviado" de que la policía haya encontrado rápidamente el culpable y de que se tratara de un acto de locura individual y no de un atentado terrorista o una acción criminal organizada.
La policía también informó oficialmente que el joven de 19 años nació y se crió en Finlandia y que por eso no se cree probable una vinculación con suicidas palestinos. Los diarios informaron que la familia del joven era "normal, de clase media".
El centro comercial de Vantaa, 12 kilómetros al norte de Helsinki, será reabierto tras el fin de las investigaciones policiales. (DPA)

Siete personas murieron en el atentado del viernes.