Nicolás Zapata tiene sólo 13 años y la mañana de ayer le asestaron una puñaladas y varios cortes mientras estaba en un boliche del centro rosarino. Lo curioso del caso es que el menor, que estaba en un local no habilitado como confitería bailable y cuando el sol ya iluminaba la mañana del domingo, dijo que no pudo ver a los agresores ni tampoco conoce los motivos de la brutal agresión. Al respecto, una fuente policial señaló que el ataque fue el desenlace de una pelea entre dos bandas que concurren asiduamente al lugar que anoche fue clausurado por disposición de la Justicia de Faltas.
La noche del sábado, como lo hace desde hace algún tiempo junto a sus amigos, Nicolás fue a Diego Bar, un local ubicado en Maipú al 800 que tras la apariencia de un cantobar se transforma con el correr de las horas de la noche en boliche bailable. Cerca de las 6.30 de ayer, cuando Rosario ya presagiaba un domingo caluroso, el lugar aún estaba atestado de gente, entre ellos muchos menores de edad.
En esas circunstancias, Nicolás le contó a La Capital que salió del baño y fue hacia la pista de baile. Entonces sintió que "un tremendo ardor" le recorría la espalda.
"Me dieron de atrás con algo puntiagudo. Me caí, me levanté y me siguieron apuñalando", explicó el chico a este diario mientras almorzaba junto a su madre en una sala del primer piso del Hospital Provincial, donde se reponía de las cuatro heridas que le causó su atacante.
Uno de los puntazos, el más profundo, alcanzó a rozarle un pulmón. Otro impactó en el pecho y otros dos hirieron los brazos del chico. A pesar de la gravedad de las lesiones, Nicolás pudo a duras penas caminar hasta la puerta del boliche, donde fue auxiliado por dos amigos con los que había concurrido a bailar. Después, un patovica y el encargado del local lo llevaron al Hospital Provincial, donde quedó internado.
Pocas precisiones
Tanto el vocero policial consultado como la madre del menor parecieron coincidir en el que el suceso fue el epílogo de una disputa entre dos bandas. El chico, en cambio, no aportó precisiones que permitan desentrañar cómo se desarrolló el hecho.
Nicolás "solo dijo que fue atacado salvajemente desde atrás, aclaró que no sabía las razones del ataque y señaló que no había divisado a los autores agresión", contó ayer el jefe de la seccional 1ª que investiga el episodio.
En realidad, la explicación del chico no aportó suficientes datos para que los policías investiguen lo ocurrido. "Admitió que fue atacado por un grupo de jóvenes", dijo la fuente que sospecha que todo ocurrió como desenlace de una pelea entre dos bandas.
Por otra parte, otra fuente de la investigación indicó que "en esa discoteca (donde ocurrió el episodio) son frecuentes los problemas entre jóvenes". "Los muchachos que van allí parece que tuvieran una violencia innata", explicó.