No se puede decir que la temporada de playa no haya empezado en Rosario: ayer a la hora de la siesta, con 32 grados de temperatura real y 35 de sensación térmica, unas 8 mil personas se volcaron a la costa en busca de la ansiada combinación de sol, arena y agua, sobre todo a la rambla Catalunya y La Florida. Sin embargo, aún falta habilitar buena parte de los balnearios en las islas, lo que generó quejas (ver aparte), y tampoco abrieron ni el restaurante ni el bar central de la rambla Catalunya. Lo menos que se puede decir es que la promocionada postal de Rosario como ciudad turística debería afinar su oferta para ponerse a tono con el clima.
Con sólo acercarse al río, ayer se notaba que el día había estimulado a grupos de amigos, parejas y familias a estrenar a toda marcha el estilo verano. Apenas pasado el mediodía, una procesión de rosarinos en ojotas, bermudas y shorts enfiló en auto, a pie y en bicicleta hacia la Fluvial y el paseo Ribereño cargada con termos y bolsos.
La playa que a todas luces estuvo más a full fue la rambla Catalunya, donde la gente llegó temprano con sus sombrillas o se garantizó un lugar bajo la sombra de los árboles. También trabajaron a buen ritmo los dos bares instalados en la arena -Caracolas y La Caruja- cuyo servicio, si se desea, es lo único que hay que pagar. Si no, si se llevan las vituallas, sillitas y sombrillas a cuestas, no hay que abonar nada.
Desde que se habilitó formalmente el Día de la Primavera, ayer fue también la mejor jornada para el balneario La Florida, donde llegaron a retozar unas tres mil personas. Tan es así que hoy largan un abono promocional para el resto de la temporada -según aclaran- con los mismos precios del verano pasado: 35 pesos per cápita para disfrutar las instalaciones (sombrilla y reposera incluidas) hasta marzo y 31,50 si se trata de miembros de un grupo familiar. Si no, queda la opción de pagar 2 pesos por día.
Rumbo a las islas
En el muelle de Costa Alta, en el extremo norte de la ciudad, también se hizo sentir la demanda de pasajeros. Por ahora, las lanchas sólo parten con destino a los balnearios Isla Verde y Club del Este, por 3 pesos. En cambio, siguen cerrados Bahía Caymán, que promete habilitarse el mes próximo, y Chaná, que lo hará recién en diciembre.
"Lo dijimos mil veces, el muelle de Costa Alta nos mató y ahora se suma el precio del combustible", disparó Jorge Paglini, miembro de la Cámara de Transporte Fluvial. Así y todo, ayer las lanchas partieron sin prisa pero sin pausa cargadas de pasajeros, en una cifra que superó ampliamente a las mil personas y que otras fuentes ajenas a los lancheros calcularon en dos mil.
Pero las playas no fueron el único destino al aire libre que eligieron los rosarinos. Los paseos públicos a lo largo de la costa, como los parques de la Bandera, España, Sunchales y el Alem, además de la propia costanera, también resultaron una opción muy concurrida a pesar del fuerte calor.
Desde allí, quienes se quedaron en tierra firme vieron pasar las lanchas, piraguas, kayacs y veleros de los rosarinos afortunados que pueden surcar libremente las aguas del Paraná.
La Ciudad
