Durante el año 2001 en Rosario perdieron la vida 17 personas como consecuencia "de ejecuciones sumarias o del uso ilegal de la fuerza" por parte de la policía provincial. Esa es la conclusión principal del informe nacional elaborado por el Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels), entidad que destaca que en la gran mayoría de los casos rosarinos, el promedio de edad de las víctimas era 24 años y todas vivían en asentamientos irregulares, barrios de vivienda pública o zonas periféricas de la ciudad. El informe del Cels fue presentado anoche por el Centro de Estudios e Investigaciones en Derechos Humanos (Ceidh) de la Facultad de Derecho, encargado de hacer el relevamiento local de las personas fallecidas en oscuras circunstancias bajo balas policiales. El estudio posee datos y referencias de episodios ocurridos en distintos lugares del país, principalmente Buenos Aires y Capital Federal, pero en el capítulo en donde se describe la situación en la provincia de Santa Fe el trabajo distingue expresamente que del total de 17 víctimas, siete fueron asesinadas en menos de 48 horas, cuando se produjeron las protestas y saqueos de diciembre. "Los hechos de violencia policial adquieren una magnitud relevante en la provincia de Santa Fe, particularmente en la ciudad de Rosario", dice a modo de introducción el Ceidh, y remarca que en todos los casos relevados la versión difundida oficialmente por la Unidad Regional II sobre esas muertes se contrapone con fuertes indicios que ponen en tela de juicio esos relatos. Según el informe, la policía siempre señaló que esas muertes se produjeron "en enfrentamientos ocurridos en el marco de la supuesta represión de actividades delictivas". "Sin embargo -reza el estudio-, solamente en dos de los casos hubo un policía herido por arma de fuego, uno de ellos de gravedad". Sobre este punto, los especialistas hacen hincapié en la "desmedida y, por ende, ilegal respuesta policial en los hipotéticos enfrentamientos armados". E ilustra: "los policías intervinientes en cada uno de estos hechos efectuaron alrededor de diez disparos y las víctimas recibieron un promedio de tres impactos de bala cada una". En ese sentido también se menciona el desigual poder de fuego de las armas utilizados. En cinco de esos tiroteos, las armas "supuestamente en poder de las víctimas fueron siempre revólveres calibre 22 de bajo costo". El Centro también ubica al Comando Radioeléctrico (CR) como el cuerpo policial en Rosario con más muertos en su haber, con una participación en el 60 por ciento de los casos y con "involucramiento" judicial de policías en más de un hecho de este tipo. Por ejemplo, un sargento que aparece en la investigación del supuesto tiroteo en el que murieron acribillados Rubén Ortega y Esteban Cabral, que también está sospechado de la ejecución sumaria del adolescente David Juárez en la villa del puente negro. El capítulo rosarino del trabajo concluye con la descripción de dos casos de presuntos fusilamientos de tres hombres, dos en la zona oeste y el otro (un menor de 15 años) en la zona sur. El primero de esos hechos ocurrió el 4 de febrero de ese año, cuando un colectivo de la empresa "Veloz del Norte" fue atacado a piedrazos en Circunvalación y Uriburu. El caso derivó en un oscuro episodio en el cual murieron Rubén Ortega, de 37 años, y Esteban Cabral, de 32. El otro caso es el de Juan José Ramírez, un chico de 15 años, que fue baleado por un policía de la seccional 29ª en inmediaciones del puente Molino Blanco.
| Abalo, atacada anteayer, estuvo en la mesa del Cels. (Foto: Sergio Toriggino) | | Ampliar Foto | | |
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