La Argentina geográficamente es la misma de siempre pero sufre una grave enfermedad política en la que se anteponen los intereses personales al bien común. Todos dicen: "Que gane el mejor pero el mejor soy yo". No hay humildad ni aceptación que el otro puede ser mejor. Por algo el orgullo es uno de los siete pecados capitales. Les recuerdo a todos lo escrito en el Martín Fierro "cuando los hermanos se pelean los devoran los de afuera". Insto a todos los políticos a trabajar por el bien común. Susana Margarita Brack
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