Año CXXXV
 Nº 49.628
Rosario,
sábado  12 de
octubre de 2002
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"La Gringa" sube a escena esta noche en el Complejo de la Cooperación
Un clásico de Florencio Sánchez vuelve para demostrar su vigencia
El director del grupo La Nueva Comedia Rosarina, Walter Brumatti, cree que la pieza de 1904 conquistará a la gente

Rodolfo Bella / Escenario

Bajo la dirección de Walter Brumatti, el grupo La Nueva Comedia Rosarina se estrena hoy, a las 21.30, la obra de Florencio Sánchez "La Gringa", en el Teatro de la Cooperación, Urquiza 1539. La pieza refleja el enfrentamiento entre un criollo empobrecido y un inmigrante próspero.
En diálogo con La Capital, Brumatti aseguró que el texto, escrito en 1904, sigue vigente porque aborda temas similares a los que preocupan en la actualidad: el efecto de la política de las empresas multinacionales en las economías regionales y el regreso a sus países de orígenes de los descendientes de los primeros inmigrantes.
El elenco está formado por Soledad Corghi, Juan Carlos Diló, Fernando Caluso, Linda Klass, Javier Campos, Patricia Dell'arciprete, Guillermo Lopez Asensio, David Romero, Marina Napoli, Raúl Yacopini, Oscar Cuenca, Carolina Salamero, Daniel Michelli y Luciano Temperini.
Brumatti explicó que la actualidad de la obra reside en el sentimiento de "invasión" que reflejó Sánchez en la pieza. En su visión, los inmigrantes eran vistos como adversarios, cuando en realidad intentaban reconstruir su vida, al tiempo que dejaban atrás la miseria generada por la guerra. Ese lugar hoy, según el director, estaría ocupado por las empresas multinacionales.
"El paralelismo llega a través de que los descendientes de esa generación que se estableció a principios de siglo -dijo-. Hoy vemos que los capitales extranjeros, de la mano de la globalización, se están apoderando de lo que nos pertenece".
En ese sentido, añadió: "La inmigración de principios de siglo, de alguna manera, la globalización de hace cien años, pero en un lugar de venir en barcos para salir de su pobreza, llegan con grandes empresas con la clara intención de hacer negocios".
Asimismo, relativizó la idea del efecto que esas empresas tienen sobre la ocupación. "No creo que la primera intención de las multinacionales sea dar trabajo -indicó-. En realidad ven un negocio, un mercado, y allí van. Tan es así, que cuando deja de ser algo rentable, se van. Un hecho interesante de la obra, es justamente el aspecto humano: el inmigrante era una persona real y eso es algo que Florencio Sánchez también desliza en la idea de la formación de una nueva raza, a través de la unión de los inmigrantes con los criollos".
El director está convencido de que la emigración a Europa de parte de los descendientes de los primeros inmigrantes se relaciona con la idea de su idea del amor a la tierra. "No estoy seguro de si los descendientes más jóvenes de esos inmigrantes adquirieron el amor necesario como para luchar por esta tierra -señaló-. El país no está en condiciones óptimas, eso no se puede negar, y es razonable sobre todo cuando se piensa en el futuro. Muchos hoy ven esa posibilidad en Europa, pero allí siempre serán extranjeros".
Finalmente, afirmó que parte de la responsabilidad de que muchos partan convencidos de que el país no les ofrece posibilidades se debe a los gobernantes. "Cuando se habla de lo que ofrece Argentina, tiene que ver con quienes gobernaron, y no con la tierra -concluyó-. No deberíamos escapar de esa responsabilidad, porque esos gobernantes salieron de esta misma sociedad. Creo que si hubiéramos tenido una clase dirigente más profesionalizada y menos corrupta, sin dudas este país estaría mejor".



Una obra costumbrista ambientada en el medio rural. (Foto: César Arféliz)
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