En un golpe audaz y con características express, dos hombres armados se alzaron con 9.700 pesos de la sucursal local del banco Societe Generale, ubicado en pleno microcentro de la ciudad. Los maleantes actuaron con rapidez y en menos de tres minutos, sin disparar un solo tiro, concretaron el atraco y desaparecieron sin dejar rastros. Hasta anoche la policía carecía de datos precisos sobre la identidad de los maleantes. Sin embargo tenían esperanzas de que hoy, cuando procesen el video de seguridad de la entidad, aparezcan las pistas sobre quienes fueron los autores del atraco. Todo transcurrió con tanta velocidad que ninguna de las numerosas personas que estaban en la calle pudo divisar la huida de los asaltantes. Según pudieron reconstruir testigos y policías, a las 13.09 ingresaron dos hombres "de unos 30 años" a la entidad financiera ubicada en Santa Fe 1429. Un minuto después sonó la alarma en la central del Comando Radioeléctrico. Pero cuando el primer patrullero arribó al lugar, los maleantes ya habían escapado con el botín: eran las 13.13. Esa cronología horaria quedó reflejada en el sistema de video. El banco está emplazado en un edificio de dos pisos. A la hora indicada, el vigilador de Prosegur, Miguel Angel Flores, estaba en el interior del banco, a unos pocos metros de la puerta de ingreso. En el segundo piso, desde el "bunker" blindado, el suboficial Claudio Cirrincione monitoreaba a través de una cámara todo lo que ocurría en el recinto donde cinco empleados atendían a unos 5 ó 6 clientes. La llegada de los maleantes no le dio tiempo de reaccionar al custodio. Uno de los asaltantes, presuntamente con su arma, le asestó un certero golpe cerca del ojo derecho. "En el video no se puede ver con qué le pegaron", explicó el comisario principal Osvaldo Toledo, jefe de la comisaría 2ª, quien remarcó que el procesamiento del video se hará hoy. Después el ladrón volvió sus pasos hacia la puerta de acceso y desde allí controló a las víctimas. En tanto, su cómplice saltó el mostrador de atención al público y se dirigió con rapidez hacia una de las cajas. Allí le pidió a un asustado cajero que "se corriera", abrió el cajón y recogió el dinero. "Buscó los billetes más grandes y no se llevó toda la plata", comentó el comisario Toledo. Cuando emprendía el escape, el ladrón volvió sobre sus pasos con la intención de recuperar la vieja pistola 9 milímetros que había dejado apoyada sobre una silla. "Le hizo una seña" al cajero y decidió marcharse sin el arma. Cuando todavía no habían transcurrido tres minutos, los dos ladrones atravesaron la puerta del banco y se esfumaron sin ver vistos por ningún testigo. Se movieron con tanto sigilo que los comerciantes y taxistas que tenían estacionados sus vehículos en la cuadra no observaron ningún movimiento "extraño" y se enteraron del asalto cuando la policía llegó al banco. "El Comando llegó en forma instantánea, pero ya se habían ido", explicó el oficial consultado. A las 14.45, cuando todavía faltaban 15 minutos para el cierre bancario, algunos clientes se sorprendieron al ver la entidad cerrada. "Vine a depositar y no puedo entrar", dijo sorprendido un muchacho cuando un vigilador privado le dijo que no podía ingresar. El cliente, asombrado, caminó hacia la vereda y recién en ese momento se enteró por un cronista de La Capital que había ocurrido un asalto.
| Nadie vio escapar a los ladrones de la sucursal local. (Foto: Sergio Toriggino) | | Ampliar Foto | | |
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