Los impulsores del juicio político a la Corte Suprema, que creen posible el triunfo a pesar de la ventaja numérica de sus adversarios, y los operadores del oficialismo, que desean mandar las denuncias al archivo, repasaron ayer los detalles finales de la estrategia que los enfrentará hoy en la Cámara de Diputados. El justicialismo aseguró anoche tener garantizado el piso de 129 diputados para realizar la trascendente sesión. La semana pasada, el PJ quedó apenas a dos diputados del mínimo necesario para abrir el debate.
Para hoy, el presidente de la Cámara baja, el duhaldista Eduardo Camaño, reclutó a Julio Solanas (PJ-Entre Ríos) y Marta Meza (PJ-Formosa), que habían estado ausentes el miércoles pasado.
También intentará que juren Diego Santilli (PJ-Capital Federal) y Nicolás Fernández (PJ-La Pampa), quienes ocuparán los cargos vacantes dejados por el actual jefe de la Side, Miguel Angel Toma, y el ministro del Interior, Jorge Matzkin.
De esa forma, intenta bajar definitivamente el telón del enfrentamiento abierto con la Corte Suprema.
El duhaldismo promovió el juicio a principio de año pero cuatro meses atrás resolvió retroceder, tras sentir el rigor de las decisiones judiciales de la Corte Suprema que iban a contrapelo de su política financiera.
Sin embargo, el proceso había comenzado y una espontánea coalición de legisladores de la UCR, el ARI y justicialistas disidentes siguió adelante y el 16 de mayo aprobó en la comisión de Juicio Político un dictamen con medio centenar de denuncias contra los integrantes del tribunal.
El proceso abierto a principio de año se encamina hacia su conclusión. Los principales promotores del juicio, como Sergio Acevedo (PJ-Santa Cruz), Elisa Carrió (ARI) y Carlos Iparraguirre (UCR-Santa Fe), revisaron ayer los detalles.
"No pensemos en perder en ningún caso", alentó Carrió. Su objetivo, sin embargo, se muestra complicado: para aprobar la acusación necesita reunir mayoría especial, es decir, dos tercios de los diputados presentes.
Las denuncias sólo pueden aprobarse si un número extenso de justicialistas la apoya.
Como los legisladores menemistas y duhaldistas están aliados en defensa de la Corte, la posibilidad de obtener un resultado afirmativo es mínima.
La votación definitoria será la que tenga al presidente de la Corte Suprema, Julio Nazareno, que está acusado de 44 cargos.
El resto de los jueces enfrenta menos denuncias y la mayoría está contenida en el dictamen de Nazareno. Por lo tanto, si el presidente de la Corte sale ileso, sus colegas tienen su continuidad asegurada.
El justicialista Juan Manuel Urtubey afirmó ayer, después de una reunión de la conducción del bloque del PJ con Camaño, que su bancada tiene asegurada la presencia de 129 legisladores para iniciar la sesión.
Luis Zamora, de Autodeterminación y Libertad, propuso que la oposición deje sólo al oficialismo en vez de participar de la sesión, incluso si el PJ consigue quórum. "No se puede acompañar una votación que sellará la impunidad de la Corte", argumentó.
Su par del ARI, José Vitar, señaló que el debate de hoy estará "viciado de falta de transparencia debido a las denuncias de sobresueldos en el propio bloque justicialista".
De hecho, los impulsores justicialistas del juicio denunciaron la semana pasada que pares de su bloque cobraron sobresueldos de "mil a dos mil pesos", otro elemento de tensión para la histórica sesión de hoy.
Las denuncias
Las denuncias que enfrentarán los jueces están agrupadas en temas centrales, que incluyen, entre otros, las siguientes imputaciones: \u Comportamiento ético: se los acusa de obstaculizar el acceso a las declaraciones juradas de bienes de los jueces, en contraposición con la ley de ética pública.
u Embajada de Israel: es uno de los expedientes más voluminosos. Los diputados aseguran que existió negligencia y, entre otros argumentos, advierten que los magistrados "omitieron asignar a la investigación los recursos necesarios". También subrayan las demoras en la investigación de la pista Hezbolá-Jihad.
u Causa armas: por este tema los diputados critican la negativa de los jueces Nazareno y Vázquez de apartarse en la causa que tenía como principal implicado a Emir Yoma a pesar de sus vínculos de amistad y relaciones profesionales con Carlos Menem. La decisión de la Corte permitió la libertad del ex presidente.