Santa Fe. - El arzobispo interino Moisés Blanchoud designó al cura Edelmiro Gasparotto, párroco de la Merced, como vicario general en reemplazo de Hugo Capello, mano derecha de monseñor Edgardo Storni. El anuncio fue formulado en el marco de una reunión con todos los sacerdotes y diáconos, encuentro durante el cual impartió la instrucción de "marchar hacia adelante, sin mirar atrás". En cuanto a los curas investigados por la Justicia volvió a decir que "se debe actuar con serenidad, pero sin tenerle miedo a la verdad".
Blanchoud convocó al clero santafesino a la casa de retiros María Auxiliadora, adonde concurrió la casi totalidad de sus miembros. Entre ellos, el ex vicario para la Educación, Mario Grassi, quien sorprendió al declarar que hubiera sido más conveniente para los intereses de la Iglesia santafesina que el cuestionado arzobispo Edgardo Storni "se hubiera retirado mucho antes".
Sobre el ex arzobispo, que conserva esa condición aunque ya no sea el titular de la arquidiócesis, monseñor Blanchoud manifestó "saber mucho menos que ustedes", los periodistas. Hasta ayer no había noticias concretas sobre el lugar donde se encuentra Storni, mientras arrecian las versiones de todo tipo en ese sentido.
Blanchoud comentó que estaba muy conforme con la reunión y comentó que su objetivo era hablar sobre un programa de acción, que consistiría en hacer un constante apostolado. Al respecto, explicó que se propone recorrer el arzobispado, que abarca varios departamentos del centro provincial, una tarea que lo diferencia notablemente de Storni, quien era bastante reacio a visitar las parroquias a su cargo. Otro signo distintivo quedó en evidencia cuando remarcó que la Iglesia santafesina debe actuar de acuerdo con las pautas del Concilio Vaticano II y al instar a los clérigos a recuperar "la gran ilusión que tenían al momento de ordenarse como sacerdotes".
Monseñor Blanchoud confirmó a Carlos Scatizza como canciller de la curia al tiempo que lo designó su secretario privado, también ratificó en sus cargos a los vicarios Nilo Guardamagna (ecónomo) y Alejandro Bovero (judicial).
En cuanto a las restantes designaciones, la respuesta del administrador arquidiocesano fue: "Soy chacarerito, déjenme ir despacio".
Storni, autor ideológico
En tanto, la situación judicial de Edgardo Storni se podría complicar si el juez Julio César Costa -cuya recusación fue rechazada por la Cámara de Apelaciones- llega a la conclusión de que el prelado es el mentor ideológico de las coacciones contra el padre José Guntern el 22 de agosto pasado. El magistrado podría determinar la necesidad de hacerlo comparecer por haberse constatado su presencia en el arzobispado, con lo que Storni debería concurrir a dos juzgados de instrucción.
A partir del rechazo de su recusación, Costa avanzaría en la causa sobre Guntern citando al padre Marcelo Mateo, con paradero ignorado, y un careo entre los ex vicarios Hugo Capello y Mario Grassi, y el canciller Carlos Scatizza, quien habría confirmado la presencia de Storni en el Arzobispado cuando intimidaron a Guntern, para luego partir al Vaticano con el documento firmado por la fuerza. Estos datos hacen pensar en Storni como el ideólogo de la maniobra elaborar un documento que en el Vaticano tuviera fuerza que mejorara la delicada situación del ex arzobispo.
La investigación de las causas por coacciones y malversación de fondos públicos cobró ayer más vigor a partir del rechazo por unanimidad de la Cámara de Apelaciones en lo Penal a la solicitud del defensor oficial, Jorge Pegassano, a instancia de los sacerdotes Capello y Grassi.
En un tramo del rechazo de la recusación contra Costa, la Cámara de Apelaciones en lo Penal hace referencia a la publicidad de los actos procesales, cuya función califica de "saludable y necesaria" , señalando la resolución que no se trata de imponer mordazas a la información, sino de lograr un marco ético satisfactorio para toda la sociedad respecto de la actividad cumplida por todos los que participamos en el desarrollo de los procesos".
La Ciudad
