Investigan un polémico secuestro

Carlos Walter Barbarich / La Capital

Venado Tuerto.-El ex presidente del Aero Club local, Juan Clérici, denunció que fue secuestrado y obligado a grabar un video autoinculpándose de contrabandista y tener intenciones de mandar a matar a dos de sus opositores en la entidad. La especie fue publicada en el semanario La Guía, en cuya redacción se recibió el video donde Clérici admite que realizó contrabandos bajo las órdenes de un jefe que sería policía. Se presume que el secuestro fue fraguado y que el piloto quiso desviar la atención porque el video y unas grabaciones tomaron estado público.
El propietario del semanario, Miguel Grossi, entregó el video a la fiscal Graciela Mastrocésare, quien lo derivó al juez Hugo Perassi. Grossi declaró el lunes y ratificó el audiovisual donde Clérici se hace cargo de contrabandear mercaderías, posiblemente armas y drogas.
Clérici enfrenta otras causas, como la muerte de la Yamila Fetter cuando era trasladada por él en un avión sanitario hacia Buenos Aires para un transplante, y otra por la presunta desaparición de pruebas sobre irregularidades en la institución bajo su conducción.
El periodista del semanario venadense Pablo Leger dijo que las pruebas constan de "un video filmado con dos cámaras ocultas, un casete de audio con conversaciones y una carpeta que supuestamente se quemó en el incendio de la casa de Jorge Tartarelli, otro ex integrante de la comisión directiva del Aeroclub".
También habría otras grabaciones donde Clérici da cuenta de actos sumamente complejos que incluirían contrabandos de cigarrillos, marihuana, cocaína y hasta armas de guerra. Incluso, un video estaría en manos de una productora televisiva porteña próxima a emitir un programa sobre el caso.
Al parecer, Clérici habría intentado contratar algunas personas para que "boletearan" a dos integrantes del Aero Club, Daniel Fernández y Fernando Baudraco, porque lo molestaban con denuncias penales por una supuesta malversación de fondos cuando era titular del Aero Club.
Por ese motivo, una persona habría viajado desde el Gran Buenos Aires a Venado Tuerto para una reunión con Clérici, después viajó una segunda para continuar con las negociaciones y finalmente, a mediados de septiembre, lo habría hecho un tercer sujeto, que se encargaría del "trabajo sucio" y a quien Clérici -según los videos- entregó 500 pesos como adelanto, aunque el trabajo final le costaría 1.000 dólares por cada muerte. El costo lo afrontaría "el jefe", como lo denomina Clérici, y sería un policía llamado Jorge Bertelli.
Según Leger, "Clérici quedó en confirmarles si tenían que hacer el trabajo porque debía consultar a su jefe, quien debía aprobar la operatoria", aunque el periodista señaló que "por circunstancias que no conocemos, el trabajo no se realizó y un video y las grabaciones aparecen en nuestro medio, en un sobre cerrado".